En los últimos meses los actos ecoterroristas contra los cazadores navarros se han disparado, y la Federación Navarra de Caza ha pedido a las autoridades que actúen contra esta nueva amenaza animalista.
11/1/2018 | Redacción JyS
En sendas cartas remitidas al delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y a la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, María José Beaumont, el presidente de la FNC, José Ángel Remírez, ha denunciado estos comportamientos, muchas veces delictivos, que tienen como objetivo a los cazadores de la Comunidad foral.
Estas agresiones se han extendido más allá de las fronteras de Navarra, por lo que se estima que podría existir una organización que estuviera coordinando o incentivando estas actitudes sumamente perniciosas. Como ejemplos, se han dañado palomeras, casetas de caza e incluso en octubre se llegó a intentar sabotear una jornada de caza quemando un pinar. El incendio fue sofocado, mientras que se investiga si el presunto autor, que fue detenido, podría formar parte de un movimiento animalista radical.
Remírez, que también es vicepresidente de la Oficina Nacional de la Caza, ha informado a las autoridades de que, además de estos ataques físicos, los cazadores también sufren comportamientos gravosos en internet y en las redes sociales. Unas agresiones verbales que buscan fomentar un clima de odio y aversión hacia este colectivo, que sufre todo tipo de vejaciones desde la más absoluta impunidad.
Ante estos hechos, la FNC recuerda que la caza es una actividad legal y legítima, además de tradicional en las zonas rurales de Navarra, ya que forma parte de la identidad cultural de muchas localidades. “Los ataques a los cazadores son un atentado a la libertad individual de una parte de la ciudadanía, que reclama la intervención de los poderes públicos para que estos les proporcionen una adecuada protección y cobertura”, indica Remírez.
Proteger la caza y sus beneficios sociales
Asimismo, resulta apropiado destacar la función que posee la caza dentro de una adecuada conservación del medioambiente, además de sus beneficios para la sociedad. Por un lado, la acción de los cazadores mantiene el equilibrio en Navarra de especies como el jabalí o el conejo, que carecen de depredadores y que podrían suponer gravísimos problemas si nadie controlara la densidad de sus poblaciones.
Por otra parte, la labor de los cazadores repercute en una serie de factores provechosos de los que en muchas ocasiones los ciudadanos no son conscientes. “Podríamos hablar de beneficios en la seguridad, al minimizar el riesgo de accidentes de tráfico; económicos, al proteger las cosechas de los agricultores; o incluso sanitarios, al controlar la expansión de las enfermedades”, incide Remírez.
Por todo ello, la FNC reclama a las autoridades que ejerzan su papel de garantes de la seguridad de la población y sus derechos, y defiendan una actividad no solo legal y legítima, sino fundamental para la supervivencia del medioambiente.