La Federación Navarra de Caza (FNC) ha constatado, a través de sus federados y de la veterinaria clínica Teresa Etxarri, de GureVet, un incremento de perros fallecidos con sintomatología compatible con la enfermedad de Aujeszky tras contactos con jabalíes en Navarra desde hace varias temporadas.
Los últimos casos sospechosos han aparecido en el valle de Arce. Ante esta preocupante situación, la federación solicita al Gobierno foral que despliegue actuaciones en beneficio de la sanidad y el bienestar animal de los perros de los cazadores navarros.
La FNC reclama a las administraciones públicas competentes que, además de investigar de forma general la prevención, vigilancia, lucha, control y erradicación de la enfermedad de Aujeszky en perros, promuevan de forma específica y urgente el desarrollo de tratamientos veterinarios preventivos o paliativos para abordar esta patología en los canes.
En Francia, por ejemplo, se han realizado pruebas experimentales de vacunas inactivadas de porcino en perros, con resultados prometedores hasta la fecha para mejorar la inmunidad de los canes frente a la infección.
Una enfermedad en aumento
El aumento de casos de la enfermedad de Aujeszky se ha notado en los últimos años a nivel nacional, tal y como han expresado desde ARRECAL, la mayor asociación de rehaleros del país, la Federación Aragonesa de Caza o la propia FNC, en colaboración con GureVet y el veterinario Nicolás Urbani. Estas entidades cuentan con varios informes técnicos al respecto en los que, entre otras cuestiones, se hacen constar las características principales de la enfermedad.
Desde la FNC recuerdan que la enfermedad de Aujeszky no es una zoonosis y, por lo tanto, no afecta al ser humano. No obstante, la infección por este virus en perros resulta en un cuadro sobreagudo nervioso y mortal. El período de incubación suele variar entre dos y cuatro días y el principal signo clínico es un prurito o picor intenso que hace que el animal roa o se rasque parte del cuerpo, normalmente la cabeza o los cuartos traseros, hasta que se provoca una gran destrucción de tejido e, incluso, automutilaciones. Finalmente, se produce la muerte del animal en pocas horas. Por este motivo, la enfermedad se denominaba anteriormente “picor furioso”.
No hay vacuna
Actualmente, no existe vacuna autorizada o tratamiento veterinario para evitar la muerte de los perros afectados por la enfermedad de Aujeszky. Es destacable que para porcino existen vacunas atenuadas e inactivadas. Desde la FNC se insiste en que estas vacunas no están autorizadas en España para su uso en perros y, en el caso de las vacunas atenuadas, podrían incluso generar una infección no deseada sobre el can que se pretende inmunizar.
La principal vía de transmisión de la enfermedad de Aujeszky en los perros de caza es la mordedura a un jabalí afectado o el consumo de su carne cruda. También recalcan desde la FNC que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación estima que al menos el 30% de la población española de jabalíes es seropositiva de esta patología. «Gran parte de la población de suidos silvestres es asintomática, por lo que el cazador no puede apreciar diferencias entre jabalíes infectados o no, para tratar de evitar un posible contagio de sus perros», advierten.
Por tanto, con más de12.000 jabalíes cazados en Navarra anualmente, «el riesgo de transmisión de esta patología a los perros de rehala en la Comunidad foral es muy elevado», aseguran desde la FNC.
Además, según dice la entidad cinegética, «los casos en perros son notoriamente infracomunicados, por no existir un protocolo oficial de declaración obligatoria de esta patología en la especie canisfamiliaris, institucionalizado por la autoridad nacional competente». Es decir, «esto es solo la punta del iceberg de los casos reales que se producen en perros a nivel nacional».
Por todo ello, la Federación Navarra de Caza urge a las autoridades competentes en la materia a tomar medidas para la prevención y control de la enfermedad de Aujeszky en los perros de caza.