La Real Federación Española de Caza (RFEC) y la organización Legados por el Bien Común han sellado una colaboración que pretende dar un giro al relato público sobre la actividad cinegética. El acuerdo, rubricado por Josep Escandell y Javier Dorado, busca reforzar la imagen de la caza no solo como tradición o práctica deportiva, sino como un instrumento necesario en la conservación de la naturaleza y en el futuro del campo.
El plan de trabajo, que se prolongará hasta 2026, incluye un estudio de opinión sobre la percepción social de la caza, la puesta en marcha de campañas de comunicación en España y Europa y la organización de actividades en comunidades rurales para acercar a la sociedad historias reales de cazadores y su vinculación con el territorio.
Educación, cultura y territorio
Entre las acciones previstas destacan talleres formativos, programas de diálogo entre generaciones y actividades gastronómicas centradas en la carne de caza, un producto de proximidad que encarna sostenibilidad y tradición. Todo ello con la intención de subrayar que la caza no es ajena al reto climático, sino que forma parte de la respuesta.
La dimensión internacional de esta alianza también será clave: Bruselas acogerá encuentros con responsables políticos y expertos en sostenibilidad, en los que se pondrá sobre la mesa la contribución de los cazadores europeos a la biodiversidad y al desarrollo económico de las zonas rurales.
Con esta iniciativa, la RFEC busca reforzar su papel como altavoz del sector y proyectar a nivel social y político una idea clara: la caza es parte de la solución a los desafíos medioambientales y un aliado imprescindible del mundo rural.
