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La Federación Catalana denuncia el caso de los animalistas que castraron a un corzo

La Federación Catalana de Caza ha denunciado el caso del santuario animalista situado en el Parque Natural de Montserrat que llevó a cabo la esterilización y mutación de un corzo y pide a la Administración –a través del Cuerpo de agentes Rurales- que tome las medidas legales oportunas.
14/6/2019 | Redacción JyS

Desde la Territorial de Barcelona de la Federación Catalana de Caza denuncian el hecho. / FCC

La Federación Catalana de Caza ha denunciado ante la Administración -mediante el Cuerpo de agentes Rurales-, «la mala praxis» de la Reserva Wild Forest, el santuario animalista situado en el Parque Natural de Montserrat que llevó a cabo la esterilización y mutación de un corzo.
Fue el pasado 31 de mayo cuando se conoció una noticia que indignó a todo el sector cinegético, pues en el citado santuario castraron al cérvido, lo que hizo que su cuerna se desarrollase de manera desproporcionada, generando borra –de la que no se puede desprender– de manera continua. Posteriormente dijeron que lo operarían de nuevo para «ponerle un implante hormonal» e intentar paliar su error.
Ahora, desde la Territorial de Barcelona de la Federación Catalana de Caza denuncian que «resulta curioso» que los cazadores sepan que «cuando los cérvidos pierden los genitales o sufren algún daño en ellos desarrollan unas malas formaciones en los cuernos o peluca en los corzos» y, en cambio, los responsables de un refugio animalista «lo ignoraban, desconocían y les ha extrañado», critican duramente.
«No puede ser que ante hechos como este la administración no reaccione cuando no son ni el primero ni el último y cuando dispone de los mecanismos necesarios para denunciarlos», añaden. El colectivo de cazadores «cumple con los requisitos normativos específicos relativos a la caza de esta especie: la licencia de caza, el seguro, la guía del arma, el permiso de armas, la autorización de la APC y el precinto, sabe respetar las zonas de seguridad, caminos, carreteras, núcleos urbanos, transporta las armas en el coche descargadas y enfundadas…», argumentan.
«Basta leer la Ley de protección de los animales para entender que la administración no permite la extirpación de los genitales de los corzos y que los responsables no pueden resultar impunes ante un grado de desconocimiento tan grande expuesto con toda claridad a través de las redes sociales, aparte de atacar una vez más al colectivo de cazadores», defienden también en la denuncia.
Además, expresan que «no podemos dejar impune la ignorancia del personal del santuario en cuestión; no podemos permitir que una asociación funcione sin tener un control de las actividades que se llevan a cabo. No es lícito castrar a la fauna salvaje para evitar que sea cazada. No podemos olvidar que ciertas actuaciones pueden ser consideradas maltrato animal», concluyen en la carta en la que piden a la Administración que actúe en consecuencia aplicando la ley contra el maltrato animal.

       
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