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Aparecen varias perdices enfermas de sarna en Teruel

Patas de una de las perdices analizadas y un macho cantando. © FARCAZA y JDG

La Federación Aragonesa de Caza (FARCAZA), a través de su Delegación Provincial en Teruel y de sus servicios técnicos, ha llevado a cabo en las últimas semanas una campaña de investigación y vigilancia después de tener conocimiento de que algunas perdices rojas silvestres que habían sido abatidas en varias comarcas turolenses presentaban lesiones atípicas en sus patas en forma de costras.

FARCAZA contactó con el Servicio de Diagnóstico de la Fauna Silvestre de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, como centro científico de referencia, y gracias a la colaboración de un cazador de la localidad de Galve se pudo remitir una perdiz afectada por estas lesiones para realizar una necropsia e informe de la misma.

Perdiz roja. © Shutterstock

A modo de síntesis, el informe resultante describe que el animal analizado presenta «dermatitis proliferativa que afecta a epidermis del tarso y falanges de ambas extremidades». «La inspección histológica y la digestión en sosa de la piel permiten observar ácaros de la sarna de la especie Knemidocoptes mutans», conocida comúnmente como ‘Sarna de patas‘.

A raíz de este diagnóstico, y tras consultar con el catedrático de Sanidad Animal y experto en enfermedades parasitarias Javier Lucientes, FARCAZA hace un llamamiento a la tranquilidad a los cazadores y las sociedades de cazadores gestoras de los cotos en los que han aparecido perdices con lesiones informándoles de las cuestiones que vamos a conocer a continuación.

© FARCAZA

La sarna de patas de la perdiz roja no afecta al ser humano

Aunque esta patología se denomine ‘sarna de patas’, no tiene ninguna vinculación etiológica o epidemiológica con la sarna de la cabra montés.


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De acuerdo a la bibliografía científica disponible y experiencia de campo actual es una parasitosis leve. Pese a lo impactante de las lesiones costrosas en las patas, no se considera una enfermedad grave que limite la subsistencia de la perdiz roja silvestre.

Los ejemplares muestreados son animales cazados que no presentan diferencia en el comportamiento antes de ser abatidos, ni en el vuelo ni en la carrera, y tampoco se observa una afección en su estado corporal o engrasamiento. Por tanto, se alimentan de forma normal.

       
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