Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Fallece José Luís Garrido, histórico dirigente de la federación de caza

La cinegética española despide a una de sus figuras más influyentes. José Luis Garrido Martín ha fallecido dejando tras de sí una trayectoria extensa, coherente y profundamente comprometida con la defensa de la caza, la formación y el conocimiento científico aplicado al medio natural. Su nombre está ligado a algunas de las estructuras federativas más importantes del país y a proyectos que marcaron un antes y un después en la gestión cinegética moderna.

Nacido en 1943 en Santovenia de Pisuerga (Valladolid), Garrido fue, ante todo, un amante del campo. Desde muy joven entendió la caza como una actividad inseparable del territorio, la conservación y la responsabilidad colectiva. Esa visión le acompañó durante décadas de trabajo constante, casi siempre discreto y sin remuneración, algo que quienes le conocieron destacan como una de sus señas de identidad.

Su fallecimiento ha generado un profundo pesar en el sector, donde era una persona muy conocida y respetada, tanto por dirigentes federativos como por técnicos, investigadores y cazadores de base que encontraron en él una referencia sólida y accesible.

Una vida ligada a la estructura federativa

La trayectoria institucional de José Luis Garrido comenzó en Valladolid, donde ejerció como secretario de la Asociación de Cazadores y Pescadores a finales de los años setenta. Poco después asumiría la presidencia de la Federación Provincial, antes de dar el paso decisivo en 1987 como presidente fundador de la Federación de Caza de Castilla y León, cargo que desempeñó durante casi una década.

Ese periodo coincidió con la consolidación del modelo autonómico y con importantes retos para la caza, a los que Garrido respondió apostando por organización, formación y diálogo. Más adelante ocupó responsabilidades clave en la Federación Española de Caza, donde fue vicepresidente primero y presidente del Comité de Competiciones, además de adjunto a Presidencia y responsable del gabinete técnico.

Su forma de entender los cargos públicos fue siempre la misma. Asumir responsabilidades mientras fueran útiles y dar un paso a un lado cuando consideraba cerrada una etapa, una actitud poco habitual que le granjeó un profundo respeto.

José Luis Garrido y el conocido tirador Florencia Lozano. © Federación de Caza de Castilla y León

Formación, ciencia y legado técnico

Uno de los pilares de su legado fue la Escuela Española de Caza, que dirigió durante casi una década. Desde allí impulsó una formación técnica y medioambiental avanzada, con cursos reconocidos por universidades y una red de más de doscientos profesores. Posteriormente fue nombrado director honorífico, manteniendo un papel activo en su orientación académica.

Su etapa como director general de FEDENCA supuso un impulso decisivo a la investigación aplicada a la caza, con proyectos pioneros sobre codorniz, conejo, perdiz roja, becada o tórtola, además de estudios genéticos, sanitarios y de impacto agrícola. Muchos de esos trabajos siguen siendo hoy referencia obligada.

A todo ello se suma una ingente labor divulgativa, con más de mil cien artículos, libros y conferencias publicados desde los años ochenta, siempre con un enfoque técnico y riguroso. Garrido entendía que sin conocimiento no hay gestión posible y que la caza solo puede defenderse desde la seriedad y los datos.

Su desaparición deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado sólido, construido con paciencia, criterio y vocación de servicio. Desde el equipo de redacción de la revista Jara y Sedal nos sumamos al dolor de familiares y amigos. Sirvan estas líneas para trasladarles nuestro más sincero pésame.

DEP

Salir de la versión móvil