La historia de Mía, una perra desaparecida el pasado 14 de abril en las cercanías de la localidad madrileña de San Martín de la Vega que fue recogida por una protectora que se negaba a entregársela de nuevo a su dueña, finalmente ha tenido un final feliz. Pero no ha sido barato: 372 euros por 9 días ‘hospedada’ en el lugar. Esa es la cantidad que ha tenido que pagar Andrea Pedrero, su dueña, por recuperarla.
Así se perdió Mía y así llegó a la protectora
Pedrero vive en Puente del Arzobispo (Toledo) y dejó su mascota a una amiga para que la tuviese unos días en su chalet de San Martín de la Vega. La mala fortuna hizo que la perra se escapase por una de las rendijas que tiene el vallado de la finca y la encontrase la Policía Local, que la entregó a una protectora del municipio madrileño.
La perra llevaba una placa con su nombre y con un número telefónico, y «nos podrían haber llamado desde el primer día, pero no lo hicieron, prefirieron entregar la perra a esta protectora y que nos pasase la factura», denuncia Andrea. Tras múltiples excusas, finalmente se la devolvieron ayer, previo pago de una factura de casi 400 euros.
¿Qué se recoge en la factura?
En la factura se recogen conceptos tan cuestionables como ‘once horas de gestiones, llamadas y comunicados a ocho euros la hora’ o ‘servicio de recogida’ pagado a 60 euros, cuando fue la Policía Local de San Martín de la Vega la que lo llevó a cabo. Estos son todos los conceptos desgranados:
– Servicio de recogida en San Martín de la Vega de la perra con chip: 60,00 euros
– 8 días de asistencia, cuidados y manutención: 112,00 euros
– Desparasitación externa e interna: 8,00 euros
– Vacunación rabia: 15,00 euros
– Vacunación polivalente: 25,00 euros
– 11 horas de gestiones, llamadas y comunicados a 8E/hora: 88,00 euros
El montante final con IVA asciende a 372,68 euros.
La afectada denunciará a la protectora «por extorsión»
Tras lo sucedido, la afectada explica que denunciará a la protectora «por extorsión», ya que la Policía le dijo que ella no podía exigirle sus antecedentes penales, como así hizo. «Ya les entregué la licencia PPP (documento para tenencia de perros potencialmente peligrosos, algo que poseía y ha presentado a pesar de que no es necesario por la raza que tiene) y un documento de antecedentes penales, pero éste no era obligatorio ya que viene recogido en el mismo PPP», señala la afectada.
Estas son más imágenes de la recuperación del can: