La gripe aviar vuelve a marcar la agenda sanitaria en Europa con la llegada del invierno. El aumento sostenido de casos en aves silvestres y de corral ha llevado a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) a actualizar sus recomendaciones, con un mensaje claro dirigido a los propietarios de mascotas: mejor no dar carne cruda a perros y gatos y extremar las precauciones en las zonas más afectadas.
Durante los últimos meses de 2025, Europa ha registrado un repunte notable de la gripe aviar altamente patógena en aves silvestres, con brotes que se han extendido a explotaciones avícolas y algunos casos detectados en mamíferos carnívoros. Aun así, la agencia europea subraya que el riesgo para la población general sigue siendo bajo, pese a la amplia circulación del virus entre animales.
Entre el 6 de septiembre y el 28 de noviembre de 2025 se notificaron 442 brotes en aves domésticas y 2.454 en aves silvestres en 29 países europeos, según el último informe conjunto de la Efsa, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y el laboratorio de referencia de la UE.
Si bien no es común que un perro contraiga la gripe aviar —algo más probable en gatos—, algunos propietarios se muestran reticentes a continuar alimentando a sus mascotas con dietas tipo BARF, principalmente compuestas de alimentos crudos. Por ello, autoridades sanitarias recomiendan, como alternativa, cocinar bien los alimentos para evitar la propagación.
Mascotas y alimentación cruda bajo la lupa
En ese periodo se observó un ligero aumento de los casos de gripe aviar en carnívoros silvestres, especialmente zorros, una circunstancia que los expertos vinculan a la elevada presencia del virus entre las aves. Además, el patógeno reapareció en gatos domésticos en dos países, tras un largo intervalo sin registros.
«La fuente probable de infección en estos gatos fue el contacto directo o indirecto con aves silvestres, sin que haya indicios de transmisión a través de alimentos crudos contaminados para mascotas», explican desde la Efsa. A pesar de ello, la agencia adopta un enfoque prudente y aconseja a los propietarios que «eviten darles carne cruda u otros productos animales crudos».
En las áreas con alta circulación del virus, los expertos van un paso más allá y recomiendan mantener a las mascotas en el interior o sacarlas con correa, con el objetivo de reducir su exposición a aves silvestres potencialmente infectadas. Durante el periodo analizado no se han detectado nuevas especies de mamíferos afectadas por el virus en Europa.
Un invierno complicado para las aves
La situación es especialmente delicada entre las aves silvestres. El número de ejemplares afectados ha alcanzado el nivel más alto para este periodo desde 2016, con un impacto notable en aves acuáticas como patos, gansos y cisnes, y episodios de mortalidad masiva entre grullas comunes. La mayoría de los casos están asociados a una nueva variante del genotipo A (H5N1).
«El fuerte aumento del número de casos podría explicarse por la ausencia de inmunidad preexistente en las poblaciones de aves silvestres o por una mayor transmisibilidad de la variante en circulación. Los científicos prevén que la circulación del virus entre las aves silvestres seguirá siendo elevada durante las próximas semanas, antes de disminuir probablemente hacia el final del invierno», señalan desde la Efsa.
En las explotaciones avícolas, los pavos han sido los más afectados y también se ha detectado un incremento de casos en patos vacunados. Factores como la presión infecciosa de entornos contaminados, la transmisión desde aves silvestres y condiciones meteorológicas húmedas están detrás de este escenario. Por ello, la Efsa recomienda refugiar a las aves domésticas en las zonas de riesgo y aplicar estrictas medidas de bioseguridad para frenar nuevos brotes.
