La Agencia Estatal de Meteorología publica dos imágenes, una de 2014 y otra de 2017, que muestran cómo está afectando la sequía a nuestro país.
El bajo nivel de precipitaciones en los últimos tres años ha dejado una situación alarmante en la península ibérica. Para comprobarlo tan solo hay que comparar las dos fotografías que AEMET ha hecho públicas. A la izquierda, la relativa a la vegetación de la península ibérica a finales de octubre de 2014, a la derecha la de octubre de 2017. Según ha afirmado la agencia: “Los tonos marrones revelan ausencia de vegetación. La diferencia salta a la vista».
También añaden que técnicamente, lo que muestra la imagen es “la actividad fotosintética”. “No es que donde en 2014 había árboles ahora no los haya, sino que falta vegetación herbácea por la ausencia de lluvias. Digamos que es otra forma de ver la sequía”.
La imagen se ha extraído mediante “una combinación de los datos del canal visible y del infrarrojo cercano del satélite NOAA-19”. “Nos da una idea del desarrollo de la vegetación. Esto es así debido a que la vegetación absorbe fuertemente la radiación del canal visible, pero refleja fuertemente la del infrarrojo cercano”, afirman desde la Agencia Estatal de Meteorología.
Los embalses al 37,2% de su capacidad
Las consecuencias son nefastas, tanto es así que desde el año 2015 las cuencas del río Duero, Júcar y Segura -ambos situados en el sureste de la península- sufren una sequía prolongada. Las medidas con el río Tajo tampoco han tardado y su trasvase está paralizado desde el pasado mes de mayo.
Desde hace más de una década los embalses nos estaban tan bajos. El agua de los pantanos representa menos del 40% de su capacidad real. Desde mediados de junio el nivel no ha dejado de descender. Los pronósticos no son nada favorables y parece ser que esta situación empeorará.
La NASA muestra la evolución en 20 años debido a la sequía
Para verlo con claridad echa un vistazo al vídeo creado por la NASA que muestra 20 años de observaciones continuas de la vida vegetal en la tierra y en la superficie del océano, de septiembre de 1997 a septiembre de 2017.