La última actualización acerca de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) tuvo lugar el pasado 24 de julio. Desde entonces, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete ha confirmado siete nuevos casos en 2023. De esta manera lo ha dado a conocer el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La detección de estos nuevos casos hace referencia a las comarcas de Marchena, en Sevilla; Hinojosa del Duque, en Córdoba; Ronda, en Málaga, Don Benito, en Badajoz; Almodóvar del Campo; Malagón, y Calzada de Calatrava, estas tres últimas en Ciudad Real.
El hecho de haber localizado estos nuevos focos «no implica modificaciones en la zona desde la que se restringe el movimiento directo para vida (no así para sacrificio) por EHE hacia otros Estados miembros de animales bovinos, ovinos y caprinos, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento Delegado (UE) 2020/688 de la Comisión, de 17 de diciembre de 2019», tal y como informan desde el MAPA.
Las medidas del MAPA respecto a la enfermedad hemorrágica epizoótica
Por lo tanto, también se mantiene restringidos los movimientos procedentes de explotaciones ubicadas en los siguientes territorios: provincias de Cádiz, Huelva, Málaga, Córdoba, Sevilla, Granada, Jaén, Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real, Albacete, Madrid y Ávila.
Sin embargo, no han establecido ningún tipo de restricción en lo que respecta al movimiento o consumo de productos de estos animales. En cuanto a los movimientos nacionales, el MAPA obliga a que los animales y vehículos estén «desinsectados para movimientos desde la zona afectada hacia zona libre, con ausencia de sintomatología en ganado bovino».
Por último, en el texto de dicha actualización de la enfermedad, han querido recordar la «importancia de comunicación inmediata a los SVO de cualquier sospecha en las especies susceptibles para valorar el impacto de la enfermedad y su distribución, recomendando adoptar medidas de desinsectación en animales e instalaciones como sistema de lucha contra el vector».
¿En qué consiste la enfermedad?
En concreto, la EHE es una enfermedad vectorial infecciosa no contagiosa transmitida por insectos del género Culicoides que afecta a los rumiantes salvajes y domésticos, pero no a las personas. Es cierto que el ganado puede producir afecciones moderadas, pero son los ciervos los más afectados y pueden hacer enfermar a gamos y corzos.
Esta suele presentarse como una hemorragia grave en los animales silvestres. En lo que respecta a los ciervos, sus síntomas pueden ser fiebre, anorexia, dificultad respiratoria, edema severo de la cabeza y el cuello, lesiones en lengua y paladar, indiferencia hacia los humanos y, en etapas más avanzadas, hemorragia de los orificios corporales.
Asimismo, la enfermedad también puede producir deshidratación y una temperatura corporal alta. Esto hace que los ciervos busquen agua antes de morir.
No existe cura ni tratamiento para ella, por lo que es importante evitar que el virus se extienda a zonas no afectadas y proteger al ganado de la infección. En el caso de los ciervos muertos por la EHE, estos no son una fuente de infección para las personas u otros animales. Pese a ello, se recomienda no consumir ningún animal que parezca enfermo.