La reflexión de un ganadero gallego en el verano de 2022 al entonces El programa de Ana Rosa se ha convertido en un testimonio viral que hoy cobra más vigencia que nunca. En un vídeo que circula en redes sociales, Roberto López advertía de lo que ocurriría si continuaba el abandono del medio rural y la proliferación de restricciones administrativas que dificultan la gestión del monte. Sus palabras, que en su día resonaron como un grito de alarma, se han confirmado con los incendios que asolan amplias zonas de nuestro país.
En las imágenes difundidas se ve al ganadero hablar desde su explotación, rodeado de vacas, mientras lanza un mensaje directo: «Luego nos echamos las manos a la cabeza con los incendios, grandes incendios… ¿Por qué hay incendios? ¿A que en las ciudades no hay? No, porque hay gente. ¿Por qué arden los pueblos? Porque no hay gente. Hay un abandono completo».
El abandono del medio rural
Las declaraciones de Roberto López ponen de manifiesto un problema que el sector lleva años denunciando: el despoblamiento y la falta de apoyo al trabajo de los ganaderos y agricultores. Según explicaba, «es muy bonito llegar aquí y decir, qué bonito está todo, hay muchos árboles… Reserva de la Biosfera. Parque Natural de no sé qué… Aquí no podéis hacer nada. Los que llevabais 2.000 años cuidando esto lo hicisteis fatal. Ahora nos vamos a encargar nosotros que somos mucho más listos».
Su queja va más allá del discurso político. López apunta a la contradicción de haber mantenido durante siglos un equilibrio en el monte gracias al trabajo de quienes vivían en los pueblos y, en cambio, hoy verse expulsados por normativas restrictivas que impiden cortar una zarza o limpiar un prado. Esa falta de gestión, alerta, desemboca en incendios devastadores.
La factura de los incendios
El ganadero también señala el enorme coste económico y medioambiental de los fuegos forestales. «Ahora viene un rayo, un pirómano… planta fuego, 4.000 hectáreas quemadas. Venga medios de extinción, venga helicópteros, aviones, hidroaviones, la UME…». Frente a ello, recuerda que antes, cuando había más población rural, se mantenía el monte limpio sin necesidad de brigadas ni gastos públicos.
En su reflexión final, López lanza una pregunta que sigue resonando: «¿Tan mal lo estábamos haciendo? ¿Que lo conseguimos gestionar durante más de 2.000 años y ahora vienen estos iluminados a echarnos de los pueblos?». La comparación entre el pasado y la situación actual se convierte así en una llamada a replantear la política de gestión forestal.
Una crítica a la administración
El mensaje se cierra con una denuncia contra las decisiones que se toman «desde un despacho» sin tener en cuenta la realidad del campo. «A mí que me explique alguien por qué antes cuando había gente en el campo, manteníamos el monte limpio y no le cobrábamos a nadie. No se nos pagaba por hacer ese trabajo. Y ahora, le pagamos a brigadas… a base de nuestros impuestos y se está quemando el monte. (…) Y antes que lo hacíamos gratis nos echaron».
El vídeo de Roberto López, que acumula miles de visualizaciones en redes sociales, se ha convertido en símbolo del hartazgo rural y en recordatorio de que la despoblación y las restricciones, lejos de proteger el medio ambiente, pueden ponerlo en peligro.
