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Una garrapata pica a sus perros de caza y estos se quedan ciegos: así es la temible ehrlichiosis

Perro de caza ciego en una imagen de archivo. © Israel Hernández

La ehrlichiosis es una enfermedad transmitida por las garrapatas que puede matar a tu perro de caza. Es lo que le ha ocurrido a un cazador extremeño cuya identidad prefiere mantener en el anonimato y que ha visto cómo poco a poco sus perros han ido enfermando hasta el punto de que es probable que tenga que sacrificarlos.

Cuando comenzaron a tener signos de debilidad, los llevó al veterinario, pero este no logró dar con lo que les ocurría. Días más tarde, a los canes se les comenzaron a desprender las retinas y se quedaron ciegos. Fue ese el momento en el que decidió cambiar de profesional y ya, en una segunda clínica veterinaria, se topó con el desagradable hallazgo de que los canes estaban infectados por esta enfermedad.

A raíz del caso de este cazador, muchos otros compañeros se han preocupado por esta enfermedad y se han preguntado cómo evitar que sus canes se infecten.

¿Cómo se contagia la ehrlichiosis?

La ehrlichiosis se transmite a través de las garrapatas infectadas por un microorganismo llamado rickettsia, y en concreto, el vector primario de la enfermedad es la conocida como garrapata marrón del perro. Aunque se ha estudiado en profundidad en las últimas décadas -uno de los más profundos estudios científicos está recogido en la revista Saber– aún queda mucho por conocer de esta enfermedad, por lo que lo más importante para evitarla en cualquier jornada de caza en la que nuestros perros estén expuestos a garrapatas es la prevención.

Hay que tener en cuenta que esta enfermedad también puede ser transmitida a humanos y a gatos, pero son casos meramente anecdóticos.

Fases de la ehrlichiosis

La ehrlichiosis puede tener tres fases: la primera de ellas es la aguda, que tiene una duración aproximada de un mes, y en la que la sintomatología puede pasar desapercibida por el dueño del perro. En algunos casos los perros pueden tener fiebre de forma intermitente, así como alguna hemorragia aislada.

La segunda fase, llamada subclínica, puede durar incluso meses, ya que la enfermedad se encuentra estancada. En tercer lugar, nos topamos con la fase crónica, en la que los perros presentan un dolor abdominal, pierden peso, tienen los citados problemas oculares que explicaba el cazador, tienen hemorragias nasales e incluso problemas respiratorios o en los músculos. También produce anemia, además de afectar a la médula ósea y al sistema inmunitario de los perros. Esta etapa, por desgracia, acaba normalmente en la muerte del animal.

La mejor solución es la prevención

¿La mejor solución a un problema de este tipo? Sin duda, aplicar productos efectivos contra las garrapatas en nuestros perros, ya que la prevención es la mejor herramienta. Además, tenemos que tener en cuenta un condicionante: aunque en las salidas de caza estival es más común tratar contra los insectos a nuestros canes, tampoco hay que perder de vista esta buena costumbre en el tiempo invernal, puesto que hay garrapatas que aguantan las bajas temperaturas y pueden afectar a nuestros grandes compañeros. Una pequeña inversión en una pipeta antiparasitaria puede salvarles la vida.

La necesidad de un diagnóstico temprano

Si surge la desgracia de que alguno de nuestros perros se infecta, el diagnóstico temprano es uno de los pilares fundamentales para tratar la enfermedad. Hay que tener en cuenta que los perros de caza están acostumbrados a entrar en cualquier resquicio que pueda ser susceptible de que haya alguna pieza… pero también garrapatas. Por ello, es fundamental que los cazadores conozcan los primeros síntomas que tiene la enfermedad para saber tratarlos.

Si nuestro perro se contagia: existen antibióticos para eliminar la bacteria

Pero no todo está perdido si nuestro perro se contagia, ya que hay tratamientos antibióticos específicos para intentar aminorar los síntomas como la doxiciclina y la tetraciclina, aunque pueden tener efectos secundarios en nuestros canes. En unas semanas tratándose, el perro puede incluso eliminar por completo la bacteria. Durante ese tiempo, es fundamental alimentar bien a nuestro perro para favorecer de este modo la recuperación muscular y de otros órganos que se han ido debilitando en el transcurso de la enfermedad.

       
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