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Policías locales usan drones con visión térmica y 200 aumentos para pillar a los furtivos

Dos policías locales con un dron en una foto de archivo. © EC

En la ría de Vigo, los furtivos que operan de noche tienen ahora un enemigo difícil de burlar: los drones de la Unidad Fénix de la Policía Local. Estos dispositivos, dotados con cámaras de alta resolución y un zoom de hasta 200 aumentos, pueden vigilar desde el aire a cientos de metros de distancia. A ello se suma la visión térmica, que delata la firma de calor de los sospechosos aunque intenten camuflarse en la oscuridad.

En los últimos días, cuatro furtivas vestidas de negro fueron detectadas mientras mariscaban de noche en Teis. Sus siluetas quedaron marcadas en las cámaras infrarrojas del dron, que permitió a los agentes interceptarlas pese a su intento de pasar desapercibidas en plena madrugada.

Tecnología diseñada para emergencias

El modelo empleado, un DJI M30 Thermal, está pensado para situaciones de emergencia y es capaz de operar incluso con lluvia o viento. Gracias a su resistencia y a la transmisión de imágenes en tiempo real, se ha convertido en un recurso crucial para la vigilancia nocturna. Según destaca un informe policial, estas prestaciones permiten tomar decisiones rápidas en escenarios de difícil acceso, desde la búsqueda de desaparecidos hasta el seguimiento de incendios.

La Policía Local subraya que los drones no solo sirven para detectar a los furtivos. También han sido utilizados para coordinar dispositivos de seguridad en grandes eventos y para monitorizar barrios castigados por la delincuencia. La posibilidad de registrar pruebas audiovisuales refuerza la labor policial y ofrece un respaldo jurídico sólido frente a los reincidentes.

Operativos contra el furtivismo

La Unidad Fénix actúa con frecuencia en zonas como Toralla, la Etea o A Fontaíña, donde se han incautado capturas de pulpos, centollas, nécoras y almejas extraídas ilegalmente. Los mariscos intervenidos se devuelven al mar o se destinan a comedores sociales, evitando así que acaben en el mercado negro.

Los agentes aseguran que la visión térmica resulta «muy efectiva» para detectar a los ilegales que aprovechan la bajamar para faenar sin autorización. Además, los drones recogen imágenes de cómo esconden o tiran las capturas al agua cuando se sienten descubiertos.

© LVG

Vigilancia en grandes eventos

Más allá de la lucha contra el furtivismo, los drones de la Policía Local también han jugado un papel clave en la seguridad de eventos multitudinarios. El pasado fin de semana, durante un concierto del festival O Marisquiño, un dron localizó desde el aire a un joven sospechoso de vender droga entre la multitud.

La aeronave lo siguió hasta que los agentes, guiados por las imágenes en directo, lograron interceptarlo. En su poder llevaba seis tipos distintos de estupefacientes, entre ellos cocaína, marihuana, hachís, anfetaminas y la conocida cocaína rosa o Tusi. El joven, de 28 años, fue detenido acusado de un delito contra la salud pública.

Una herramienta clave para el futuro

La Policía Local de Vigo considera los drones como una «herramienta clave y eficaz» para la vigilancia costera y el control de masas. Su combinación de alta tecnología, capacidad de registro y visión panorámica ofrece a los agentes una ventaja determinante frente a los infractores.

En la ría, donde el furtivismo supone un grave problema para el ecosistema y para los mariscadores legales, el ojo aéreo de los drones marca un antes y un después en la lucha contra esta actividad ilegal.

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