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Un documental norteamericano denuncia el desastre creado en Cabañeros tras prohibir la caza

Varios ciervos en Cabañeros. ©Shutterstock

Blood Origins, una ONG norteamericana, ha querido demostrarle al mundo cómo la prohibición de la caza está derrumbando la actividad económica de los municipios de Castilla-La Mancha situados en el entorno del Parque Nacional de Cabañeros. De este modo se explica cómo la zona se ha convertido en uno de los territorios de la España vaciada.

Lo ha hecho mediante un documental y para su elaboración, tal y como han informado desde la ONG, acudieron a estos municipios con el fin de ilustrar cómo la prohibición de la actividad cinegética en estos lugares ha provocado la parálisis de la economía.

Imagen de promoción de documental. © Blood Origins

Debido la gravedad de la situación, este documento audiovisual continuará en una segunda parte. En ella tratarán el grave daño ambiental que causa la ausencia de la caza, así como sus consecuencias de conservación.

Resulta ser una herramienta imprescindible para la gestión de estos territorios. Tanto es así que, de acuerdo con lo asegurado por el equipo de Jara y Sedal hace unos días, la caza volverá al Parque Nacional de Cabañeros.

El Parque Nacional de Cabañeros volverá a recurrir a la caza

Según el Plan de Gestión de Ungulados que acaba de ser aprobado en Cabañeros al que ha tenido acceso Jara y Sedal, la situación insostenible en la que se encuentra el parque por la sobrepoblación de ciervo, gamos y jabalíes ha obligado a la Administración a permitir «el empleo de artes cinegéticas o piscícolas, siempre y cuando no se organicen ni publiciten como actividad deportiva o recreativa, sino como actuación de control de poblaciones, se hayan utilizado tradicionalmente y no produzcan efectos negativos en el medio ambiente». Como decimos, la caza tendrá que solucionar el problema creado por el Gobierno al prohibir la actividad cinegética en todos los parques nacionales, pero sin llamarla caza.

El propio informe, tal y como advirtió Jara y Sedal, reconoce que la intervención humana es indispensable para mantener la conservación del entorno. Pero parece que se han dado cuenta tarde.

       
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