En el mundo de la pesca, diferenciar un ejemplar salvaje de uno de piscifactoría no solo es cuestión de sabor o textura, también lo es de experiencia. Y si hay alguien con autoridad para enseñarlo, ese es Javier Costa García, veterano pescador y Patrón Mayor de la Cofradía de Cangas. Su explicación en vídeo se ha viralizado en redes sociales, donde detalla con precisión las señales que delatan el origen de cada dorada.
El vídeo, compartido por el perfil de Instagram @viajar.galicia, muestra a Costa en plena faena, sosteniendo una dorada recién capturada en aguas del Parque Nacional de las Islas Cíes. Lo que en apariencia puede parecer un pez como otro cualquiera, se convierte en un auténtico mapa de pistas para este experimentado profesional del mar.
Las claves están en los colores
«Te voy a explicar por qué se le llama dorada y la diferencia que hay entre una dorada de factoría y una dorada de mar», comienza diciendo Costa. Mientras sostiene el pescado, va señalando las zonas clave que ayudan a identificarlo. La pinta roja en los laterales y la franja amarilla que cruza entre los ojos son, según su testimonio, las marcas inconfundibles de un ejemplar salvaje.
«Esta es una dorada pescada aquí, en el Parque Nacional de las Islas Cíes (…) la dorada de factoría no tiene ni esta pinta roja en este lado ni en este otro. Ni tampoco tiene la pinta amarilla que va de un ojo a otro. Se llama dorada por eso», afirma el pescador mientras muestra con los dedos los puntos exactos de la diferencia.
Sabiduría marinera con décadas de experiencia
Javier Costa no es un aficionado. Su trayectoria al frente de una de las cofradías más importantes de Galicia le convierte en una voz más que autorizada para hablar de pescados, caladeros y métodos de captura. Su explicación, directa, sencilla y con el aval de quien ha vivido del mar, ha despertado el interés no solo de aficionados a la pesca, sino también de consumidores preocupados por la procedencia de lo que comen.
A través de su relato, queda patente una diferencia que va mucho más allá del aspecto físico: la dorada salvaje, además de ser visualmente distinta, encierra una historia de mareas, de libertad y de ecosistemas naturales que la dorada de criadero, por muy bien alimentada que esté, no puede replicar.
Una lección que ha calado en las redes
El vídeo ha sumado miles de visualizaciones en pocos días. El tono cercano del pescador, unido a la claridad de sus explicaciones, ha hecho que muchos usuarios lo compartan como una auténtica lección de sabiduría popular.
Este tipo de contenidos, en los que se rescata el conocimiento tradicional vinculado a la naturaleza, refuerzan el valor de oficios como el de pescador artesanal, cada vez más amenazado por la globalización de los productos del mar y la desconexión del consumidor con su origen.
