Las Organizaciones Españolas de Caza han denunciado, a través de un comunicado, «la deriva animalista del Gobierno» y consideran que «llegó la hora de actuar» ya que «no podemos seguir permitiendo los ataques a nuestro sector primario». «Según la R.A.E. animalismo es aquel movimiento que propugna la defensa de los derechos de los animales. Como ya se ha demostrados en distintos informes jurídicos, los derechos de los animales no existen. Lo que sí queda demostrado es que el animalismo pretende crear una ley que regule algo que todavía no existe», advierten en el inicio de la nota desde la OEC.
Todo esto, según defienden, está «amparado por un organismo recién creado por nuestro Gobierno, con el nombre de Dirección General de derechos de los animales, en pocas palabras, Dirección General del animalismo, entidad únicamente de carácter ideológico, dirigida por una minoría sectaria y radical, para la defensa de algo que no existe», expresan.
Este organismo forma parte de la estructura del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, otro organismo «creado para colocar a dedo a los amiguitos del sectarismo ideológico», señalan. Derechos sociales son aquellos derechos que facilitan a los ciudadanos o personas de un país a desarrollarse en autonomía, igualdad y libertad, así como aquellos derechos que les permiten unas condiciones económicas y de acceso a bienes necesarios para una vida digna. En definitiva, derechos de los que goza el ser humano.
Sobre la Dirección General de Derechos Animales
La Agenda 2030, a su vez, es un documento aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015 en el que se fijan 17 objetivos para encauzar a la humanidad hacia el desarrollo sostenible. «Ni la Agenda 2030 ni los derechos sociales, dan sentido a este nuevo Ministerio, con una clara pretensión ideológica, dar base legal a los derechos de los animales y que estos sean reconocidos», critican desde la s Organizaciones.
«El animalismo que rige la dirección general de derechos de los animales no forma parte de una política internacional que lo ampare», añaden. Y se preguntan: «¿Qué finalidad tiene esta dirección general? Simplemente es el pago por parte del Gobierno Socialista al sector animalista en Podemos y su apoyo en la investidura» ya que «el animalismo y esta Dirección General tiene como meta, el fin de la caza y de la tauromaquia, pero estos son solo es el principio ya que su fin último es que los animales tengan derechos y ninguna obligación».
La inclusión del lobo en el LESPRE
Siguen denunciando que el «Gobierno social comunista pretende cercenar las libertades de los ciudadanos mientras da atribuciones humanas a los animales». Y critican la «última locura irracional»: la pretensión por parte de Sergio García Torres, titular de esta dirección general, de conseguir una ley nacional sobre bienestar animal. «El bienestar animal no debe confundirse con el animalismo, son conceptos distintos», clarifican.
«Una ideología radical, con el único fin de conseguir el sacrificio cero, cercenando las libertades de los ciudadanos, con la única intención de prohibir el consumo de carne y la conversión, por imposición de todos al veganismo», añaden en el comunicado desde la OEC. Las últimas decisiones de Gobierno, como la incorporación del Lobo a LESPRE, «no son más que una clara intención de acabar con el tejido y la infraestructura económica de nuestro mundo rural».
«Llegó la hora de actuar»
Desde la OEC consideran que «llegó la hora de actuar» ya que «no podemos seguir permitiendo los ataques a nuestro sector primario» como la propuesta que ha hecho pública esta dirección general, «un ataque directo contra nuestra economía y tradiciones, amparada en un Gobierno que no ejerce sus obligaciones de defensa de la ciudadanía y de la economía de España, son intolerables».
Desde la OEC anuncian que van a utilizar todos los argumentos y poner en marcha todos sus recursos «para que este ataque a la utilidad de los animales y a aquellas actividades tradicionales en las que tienen una gran importancia, no consigan su finalidad», concluyen.