El cazador leonés Pablo S. grabó, hace unos días, una preocupante escena en la que se podía ver a una cría de corzo (Capreolus capreolus) actuando de una manera muy extraña en un coto de la provincia de León. El animal, visiblemente descoordinado, se tambaleaba de uno a otro lado, dando la sensación de padecer algún tipo de enfermedad.
El cazador explica a la redacción de Jara y Sedal que, mientras estaba recechando a otro corzo, vio al animal enfermo: «Estuve observándolo un poco e intenté ponerme en contacto con la Asociación Española del Corzo para hacerles llegar el caso, pero cuando me contestaron ya había pasado demasiado tiempo».
Pablo explica que «había llamado a los agentes medioambientales semanas antes al encontrarme un ciervo con sarna, y me dijeron que la gestión cinegética es cuestión de los cazadores», señala. «Ya me ocurrió en otra ocasión en la que vi otro ciervo con sarna y me dijeron que lo abatiese, pero que lo tenía que enterrar. No lo hice, porque era un problema si venía el SEPRONA, ya que además los agentes no fueron hasta allí», denuncia.
¿Qué pudo pasarle al corcino?
El cazador expone la posibilidad de que el corcino pudiese sufrir modorra, una enfermedad del sistema nervioso similar a lo que le ocurre a las ovejas, algo que descarta el veterinario Carlos Díez, de Ciencia y Caza, consultado por Jara y Sedal.
«No puede ser porque se trata de un animal muy joven», expone el experto. «Piensa que la modorra está causada por un parásito que acaba provocando un quiste a nivel de encéfalo y eso es lo que provoca los síntomas. Ese ciclo tarda un tiempo y ese animal es muy joven», apunta el veterinario. Díez se decanta más por un traumatismo, «pero, como siempre, habría que hacer alguna investigación más, muestras… incluso necropsia para intentar confirmarlo», expone.
Estas son las imágenes.