Roberto Fontaneda se armó de paciencia con este peculiar corzo y logró abatirlo el pasado jueves, 7 de junio, en una finca de la provincia de Burgos. Ahora, cuenta para Jara y Sedal la singular historia que hay tras sus pasos.
11/9/2018 | Redacción JyS
Roberto Fontaneda, un conocido de este medio por sus trabajos como camarógrafo, es el protagonista de Jara y Sedal este martes junto a un extraordinario corzo de ocho puntas. Llevaba desde mediados del pasado mes de abril tras él e incluso lo había apodado «tres cuernos» por el aspecto de su trofeo. Lo cazó el pasado jueves, 7 de junio, en una finca de la provincia de Burgos y las fotografías han dado la vuelta a las redes sociales por la peculiaridad de las defensas del pequeño cérvido.
Lo curioso de este corzo es que lo tenía vigilado para que fuesen su hermano y su sobrino a cazarlo «para mostrarle a las nuevas generaciones la verdad de la pasión cinegética»… pero después de mes y medio tras sus pasos, en el día elegido para cazarlo no dieron con él, por lo que decidieron recechar otro corzo. «No tuvieron suerte», admite Fontaneda, que siguió en los días posteriores tras el rastro del cérvido.
En aquella jornada del 7 de junio, Roberto vio al corzo con los prismáticos en un valle, pero antes de aventurarse tenía que preparar la entrada para hacerse con esta pieza única, por lo que se armó de paciencia y tranquilidad y se puso manos a la obra. En primer lugar, rodeó por la parte trasera de un cerro todo el valle en el que estaba el animal y, ya en la parte más alta de éste, fue bajando poco a poco hasta acercarse lo máximo posible.
«Lo iba observando por los prismáticos y ni se inmutaba, por lo que yo no perdía la tranquilidad ni un solo momento». Cogió la referencia de dos arbustos y fue acercándose poco a poco: «Sólo le veía la cuerna en un primer momento, pero luego tomé buena posición tumbado y no me quedó otra que esperar a que se levantase, ya que cuando llegué hasta allí, el corzo estaba echado».
Roberto permaneció más de hora y media tumbado sobre la tierra esperando a que se levantase el cérvido, siempre sin perder su referencia. Finalmente, el animal se incorporaba y Fontaneda, de un certero disparo, consiguió abatir a «tres cuernas» con su rifle Blaser R93 en calibre 7 mm Remington Magnum y bala RWS KS.
En cuanto a la cuerna del animal, el cazador destaca la peculiar punta central que tiene, «que sale casi de la roseta y es la más grande». También la luchadera derecha, la guía y la contraluchadera de la misma cuerna «son atípicas». Además, en la parte de atrás tiene una curiosa perla que se convierte en una pequeña punta de algo más de dos centímetros.
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