Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Varias comunidades donde nunca habrá lobo votaron a favor de prohibir su caza (Melilla, Baleares, Canarias…)

Gráfico que muestra el sentido de las votaciones a favor de la caza del lobo. © Shutterstock

Ayer se reunió la comisión estatal de patrimonio natural, que reúne a los directores generales de las comunidades autónomas, y acordó por un estrecho margen incorporar al lobo en el listado de especies de protección especial. Esto significa que el Gobierno prohibirá la caza del lobo en los próximos meses.

Según ha podido saber Jara y Sedal, en la votación, las comunidades que se posicionaron a favor de la prohibición de la caza del lobo fueron Cataluña, Aragón, La Rioja, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias, Baleares, Melilla y el Ministerio de Transición Ecológica, curiosamente las Comunidades que o no tienen lobo o su población es insignificante. En contra votaron Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Andalucía y la Comunidad de Madrid, comunidades que reunen el 98% de la población del cánido.

Por tanto, se da la paradoja de que aquellos que no tienen –o jamás tendrán– poblaciones loberas, votaron en contra del criterio de las que sí han logrado recuperar y mantener la especie en los índices poblacionales actuales.

Una especie con poblaciones estables

Lobo ibérico. ©Shutterstock

El lobo es uno de los depredadores fundamentales en diversas áreas de todo el mundo. Presente en zonas templadas y frías de Europa, América del Norte y Asia, esta amplia distribución genera un abanico de situaciones en cuanto a la conservación de sus poblaciones y a la aparición de subespecies.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en su lista roja de especies amenazadas clasifica, en la última revisión de 2018, la situación del lobo a nivel mundial como LC (Least Concern o de preocupación menor), lo que implica que a nivel global no requiere medidas especiales para su conservación y sus poblaciones se consideran estables.

¿Cuántos lobos hay en España?

Fuente: Censo Nacional del Lobo Ibérico

En relación con su situación en la Península Ibérica, la propia UICN, a través de su grupo de especialistas sobre grandes carnívoros, indica que las tendencias poblacionales no se conocen con profundidad y considera que no existe una actualización reciente de las mismas, puesto que el Atlas y Libro Rojo de Mamíferos Terrestres de España, no se actualiza desde el año 2007.

Según los últimos datos oficiales disponibles, el último censo nacional del lobo ibérico realizado entre 2012 y 2014 señalaba la presencia de 297 manadas de las que más de la mitad (179) se encontraban en Castilla y León. Según refleja el propio documento, se produjo un incremento superior al 15% en el número de manadas, desde las 250 que señalaban el Atlas y Libro Rojo de 2007 hasta las casi 300 del año 2014.

Por otro lado, en el momento actual podemos apreciar un incremento en el área de distribución peninsular de la especie, existiendo datos de presencia en comunidades autónomas como Madrid, con al menos cinco manadas confirmadas, o Castilla-La Mancha, con entre dos y cuatro manadas, aunque aún se trata aún de poblaciones poco consolidada.

El lobo ibérico, en una situación favorable

Volviendo a Castilla y León, área principal desde la que se está produciendo su expansión, debemos destacar que, según el último censo oficial de la comunidad, publicado en marzo de 2015, se observó un incremento en el número de manadas de un 20% con respecto al censo anterior, de 2001.

Al sur del Duero, donde se encuentra estrictamente protegida, el área de distribución aumentó un 26% y el número de manadas pasó de 17 en 2001 a 27; al norte, o el número de manadas aumentó de 132 en 2001 a 152, sobre todo en el tercio norte (reservas regionales de caza de León y Palencia, oeste leonés y la provincia de Zamora).

En definitiva, tomando como referencia los datos oficiales disponibles, podríamos decir que el lobo cuenta, en líneas generales, con una situación favorable en cuanto a su estado de conservación, de la mano, en muchos casos, de una caza sostenible de sus poblaciones en reservas regionales y otros terrenos cinegéticos.

       
Salir de la versión móvil