La Conselleria de Medio Ambiente sigue con su indefinición respecto a cuál es la mejor solución para poner coto a la superpoblación de jabalíes en el Desert de les Palmes.
18/1/2018 | EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO
Mientras el departamento que dirige Elena Cebrián deshoja la margarita, las solicitudes de batidas que realizó en noviembre la Federación de Caza llevan paralizadas dos meses en un parque natural en el que se calcula que existen más de 750 ejemplares.
Fuentes de Medio Ambiente informaron a Mediterráneo de que cualquier decisión –el Consell apuesta por la esterilización de animales– está supeditada a una nueva reunión en la que, como ya ocurrió a mediados de diciembre, participarán representantes de la Generalitat, del parque, cazadores, ayuntamientos de municipios limítrofes y agricultores.
No obstante, este encuentro aún no tiene fecha y, mientras tanto, la Federación de Caza ve cómo sus propuestas siguen en el limbo. Su petición de realizar «batidas controladas» en el parque natural, presentada el 15 de noviembre, ni tan siquiera ha sido respondida por el departamento autonómico. Así lo confirma el delegado en Castellón de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Máximo Berenguer.
El portavoz de la entidad cinegética asegura que en «todos los parques naturales» de la provincia de Castellón se puede cazar, a excepción del Desert de les Palmes, que es precisamente el que presenta una mayor población.
La esterilización, cara
La esterilización de jabalíes es la opción preferida por Medio Ambiente, aunque sus propios técnicos reconocieron en la primera reunión que el tratamiento tiene un coste de 340 euros por animal y que su duración se limita a 18 meses. Berenguer considera que esta solución es cara y que presenta problemas, pues en su opinión no tienen «la seguridad de cómo reaccionarán los animales» una vez pase el efecto de la medicación. Es por ello que Berenguer pide a Medio Ambiente estudiar alternativas «más contundentes» para el Desert de les Palmes.
Mientras el plan sigue sin llegar, las quejas por la masiva presencia de animales en las urbanizaciones ubicadas en pleno parque natural no cesan. Vecinos de las mismas denuncian a este diario que la especie está «descontrolada» y que no es extraño ver manadas de más de 10 ejemplares pasear por las calles de la Parreta (Benicàssim). Su presencia es también un problema de tráfico, especialmente en las carreteras CV-147, AP-7 y CV-10.