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Se busca cocinero para un barco de pesca que revivirá la travesía de los balleneros vascos de 1565

© Factoría Marítima Albaola

El viejo espíritu ballenero vasco volverá a surcar el Atlántico. La Factoría Marítima Albaola, con sede en Pasaia (Guipúzcoa), ha lanzado una singular oferta: busca un cocinero para embarcarse en el San Juan, una réplica exacta del ballenero que naufragó en 1565 frente a las costas de Canadá. La travesía, prevista para 2027, se realizará sin comodidades modernas, con los mismos métodos y alimentos que usaban los marineros del siglo XVI.

El proyecto forma parte de un ambicioso trabajo histórico y artesanal que lleva más de una década en marcha. Albaola ha reproducido el navío con materiales y técnicas originales: madera de roble navarro, sogas de cáñamo y anclas forjadas a mano. El objetivo no es solo reconstruir un barco, sino revivir una forma de vida que marcó a generaciones de marineros vascos.

Una travesía idéntica a la del siglo XVI

La expedición pretende repetir la ruta que hace quinientos años convirtió a los vascos en pioneros de la industria ballenera. En aquella época, sus naves llegaban hasta Terranova y Red Bay, donde fundaron asentamientos y factorías para procesar la grasa y la carne de ballena. El original San Juan se hundió en 1565 durante una tormenta, y sus restos fueron descubiertos en 1970. Desde 1990 está reconocido por la UNESCO como símbolo del patrimonio cultural subacuático.

La nueva embarcación, de 20 metros de eslora y 200 toneladas, volverá a navegar en 2027 con una tripulación que deberá adaptarse a las condiciones del siglo XVI: sin duchas, sin electricidad y con un menú tan austero como auténtico. Pan deshidratado, legumbres, bacalao, sardinas, tocino, aceite, y sobre todo sidra, que sustituía al agua dulce po

r su mejor conservación. Se estima que un barco de estas características podía transportar hasta 50.000 litros de sidra.

El reto del cocinero del San Juan

La factoría Albaola ha iniciado ya el proceso de selección para encontrar a quien asuma este peculiar desafío gastronómico. No será un trabajo fácil: el cocinero deberá elaborar platos con los productos y utensilios de la época, en un espacio reducido y sin las facilidades modernas. En una demostración reciente, varios chefs con estrella Michelín cocinaron ejemplos de lo que podría servirse a bordo: sopa de guisantes con bacalao, zurrukutuna o sopako, un pan tradicional vasco destinado a sopas.

La botadura del San Juan está prevista para el 7 de noviembre, y su travesía hacia Canadá se convertirá en una recreación histórica sin precedentes. Más que un viaje, será una vuelta al origen de la navegación vasca, un homenaje a aquellos hombres que cruzaron el océano hace medio milenio con el valor como única brújula.

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