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Clásica paralela vs moderna semiautomática: ¿Cuál es mejor para la caza menor?

Israel Hernández y Carlos Vignau, durante una jornada de caza menor. © Ángel Vidal

«Imaginarme esperando patos con un hierro que suena como una puerta oxidada me pone los pelos de punta»

Carlos Vignau (redactor de Jara y Sedal)

No tengo una sola duda. Puede sonar raro, pero prefiero cobrar un pato con mi vieja paralela que cinco con una repetidora. La única verdad es que yo no suelo necesitar un tercer disparo. Es tan simple como eso. Comprendo que haya cazadores que con dos cartuchos por lance se encuentren prácticamente desnudos ante un bando de perdices y necesiten el apoyo moral de una tercera detonación para conseguir lo que otros hacemos con una sola.

Como todo en la vida, es cuestión de necesidades. Otro aspecto que me lleva a defender este tipo de escopetas es el puramente estético. Querido Israel, sintiéndolo en el alma, son dos herramientas que sirven para lo mismo pero no se pueden comparar. El mero hecho de imaginarme esperando un bando de azulones con un hierro ultramoderno que cada vez que disparas suena como una puerta oxidada me pone los pelos de punta.

Yo prefiero escuchar cómo cierra mi Ugartechea y ver cómo echan humo sus cañones pavonados. Aunque te suene extraño, más de una vez he fallado una perdiz o una paloma y no pasa nada porque el disgusto se esfuma en cuanto miro la joyita que tengo entre manos. Si después de malograr un lance me encontrara con un amasijo de ruidosos mecanismos y parches de goma, el disgusto me duraría años. ¡Seguro que tu elección es mucho más práctica! ¡Incluso puedes ir corrigiendo el disparo a medida que vas fallando! Desde luego, si fuera un cazador novato o con la puntería de un tuerto medieval mi elección sería la tuya… ■

«Uso semiautomática porque me gusta conservar los dientes en su sitio cada vez que aprieto el gatillo»

Israel Hernández (director de Jara y Sedal)

Yo prefiero la semiautomática por muchas razones. La principal es porque vivo en el siglo XXI. Entiendo que haya cazadores a los que le gusta la paralela por aquello del romanticismo, pero amigo Carlos, Bécquer la palmó en 1870. De hecho, no conoció el nacimiento de la escopeta semiautomática por los pelos, ya que fue inventada en 1898, cuando las paralelas aún estaban en pañales, con los perrillos fuera. Te recuerdo que vivimos en 2022, así que ya va siendo hora de admitir que no hay tanta diferencia temporal entre una y otra arma. También se pueden hacer semiautomáticas clásicas: sólo tienes que echar un vistazo al artículo sobre las nuevas Benelli

Otra cosa es confundir lo clásico con lo clasista. Ahí sí, la yuxtapuesta gana por goleada. En eso y en su incapacidad para evolucionar. Yo uso semiautomática porque me gusta conservar los dientes en su sitio cada vez que aprieto el gatillo. Y puedo repetir los disparos sin miedo. Además, la repetidora es técnicamente superior en todo: acabados, peso, resistencia a las inclemencias del tiempo, capacidad de disparo… ¡Hasta puedes comprarle piezas de repuesto si se rompen! Ojalá pudieses decir lo mismo de tu Ugartechea… Se llama evolución.

Aunque te parezca muy transgresor, por razones como esa es por la que no uso calzoncillos de lana, ni voy a cazar en el Renault 6 de mi abuelo ni disparo con cartuchos de pólvora negra y cartón. Prefiero mi Benelli Pasion a ir de caza con la escopeta de un amish.

       
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