El usuario francés @lasotizerie_ ha sorprendido en redes con su última creación: una réplica en miniatura del mítico Citroën C15 D, fabricada artesanalmente y cargada de guiños al mundo rural. Con ella participó en una carrera de autos locos celebrada en Cantalous, Francia, donde vivió una jornada tan divertida como accidentada.
Aficionado a la agricultura, la caza y la ya clásica furgoneta francesa, este manitas construyó un coche a escala reducido pero completamente funcional, con volante, chasis adaptado, una sirena rotativa en el techo y detalles estéticos que imitan a la perfección una Citroën C15 de trabajo, con matrícula personalizada y etiquetas de “La Sotizerie”, el nombre de su página.
En las imágenes se aprecia el nivel de detalle: el vehículo cuenta con doble puerta trasera, logotipos Citroën, salpicadero básico, ventanas abiertas para aligerar peso y un diseño frontal bastante fiel al modelo original, todo ello pintado en blanco con líneas negras simulando molduras.
Durante la competición, el pequeño vehículo saltó por una rampa a gran velocidad y, al aterrizar, perdió la rueda delantera izquierda. Pese al percance, logró cruzar la línea de meta en medio de los aplausos del público. Pero justo al terminar el recorrido, el coche volcó estrepitosamente sobre un lateral, obligando a los asistentes a ayudar al piloto a salir por la puerta trasera. Afortunadamente, todo quedó en un susto sin consecuencias y muchas risas.
Las carreras de autos locos, cada vez más populares
El fenómeno de los «autos locos» no es nuevo, pero está en auge tanto en Francia como en España. Este tipo de eventos mezcla humor, creatividad y destreza artesanal: los participantes construyen vehículos caseros, generalmente sin motor, y compiten en descensos o recorridos con obstáculos. El objetivo no es la velocidad, sino la originalidad, el espectáculo y el espíritu festivo.
En los últimos veranos, pueblos de toda España —sobre todo en Galicia, Castilla y León o Andalucía— han organizado sus propias versiones, muchas veces dentro de las fiestas patronales. En Francia, donde se celebra incluso el Red Bull Soapbox en varias ciudades, estas competiciones se han convertido en parte de la cultura popular rural, con fuerte presencia en TikTok e Instagram.
El caso de @lasotizerie_ es un ejemplo perfecto del vínculo entre identidad local, tradición agrícola y pasión por el cachondeo con buen gusto. Su Citroën C15 casero ya se ha convertido en uno de los vehículos más virales del verano.
