El animal entró en el domicilio de un cazador cuando su hijo se encontraba sólo. El adolescente llamó al servicio de emergencias, lo grabó en vídeo y, al ver que el ciervo estaba destrozando la casa, cogió un arma para abatirlo.
14/5/2018 | Redacción JyS
No es una historia reciente. Sucedió el 5 de diciembre de 2016 en Maryland (Estados Unidos), pero en los últimos días el suceso ha sido recordado por algunos medios especializados de Estados Unidos. Aquel día, un ciervo de cola blanca se coló en la casa de los Manchester. El animal, posiblemente acudió guiado por el olor a orín de hembra que tenía impregnado el árbol de Navidad de la familia, el cual había sido cortado en el bosque para decorar su salón, tal y como publicó la prensa local.
Ryan Manchester, uno de los hijos de la familia, era el único que estaba en casa cuando, sobre la 1:30 del mediodía, oyó un golpe en la entrada de la vivienda. «Parecía que alguien intentaba derribar la puerta con un mazo», aseguró. El ciervo embistió entonces contra ella de nuevo y la rompió. Manchester se asomó desde la cocina, listo para luchar si había un intruso. Sin embargo lo que se encontró fue un ciervo en la esquina izquierda de su sala de estar, entre una ventana y el árbol de Navidad.
Ryan sacó su teléfono y grabó un vídeo en el que se ve al animal golpeando las paredes de la casa. Al ver su agresividad, encerró a su perro en el baño y se dirigió directamente hacia las escaleras. Saltó sobre el árbol de Navidad y subió a su habitación para llamar al 911.
Here’s the video pic.twitter.com/gCGZ63GaMm
— Ryan Manchester (@98rmanchester) 5 de diciembre de 2016
«Les dije lo que estaba sucediendo y no parecían tener ninguna prisa», dijo Manchester. «No creo que supieran cuánto daño estaba haciendo. Entonces les pregunté si debería dispararle. No me dijeron que lo disparara. Pero tampoco me dijeron que no lo hiciera».
Manchester llamó más tarde a su padre, John, para pedirle la llave del armero. Cuando colgó el teléfono, recibió una llamada del servicio de control de animales, informándole de que aún se encontraban a 15 minutos de la casa.
En lugar de esperar, Manchester agarró un de las armas de su padre y bajó las escaleras para intentar acabar con el ciervo.
Inicialmente, intentó dispararle mientras destrozaba la cocina. En este momento, dijo Manchester, «cada ventana de la casa tenía sangre».
El animal debió cortarse cuando irrumpió en la casa o después de derribar el árbol, supuso el joven. Ryan determinó que no podía realizar un disparo seguro e intentó esperar a que el venado se calmara.
Tras unos instantes el ciervo regresó a la sala de estar y Manchester lo siguió. El venado estaba a escasos metros de distancia, pero el joven no se atrevió a disparar.
Dejó que el ciervo se acercara y se dirigió al centro de la sala, a pocos metros de Manchester. El chico apuntó y, por primera vez desde que entró en su casa, el venado notó al adolescente.
«Me vio y se detuvo», dijo Manchester. Fue entonces cuando disparó.
Sin embargo el joven necesitó una detonación más para abatirlo. Esta vez sí fue certera.
Llamó al 911 para informarles de lo sucedido. Poco después llegó la policía, junto con el servicio de control de animales.
Según ha afirmado el Ryan, la Policía se aseguró de que el arma estaba registrada y anotaron sus datos. Por último tomaron una foto de Manchester sosteniendo la cabeza del ciervo.