Un grupo de investigadores chinos ha sorprendido a la comunidad científica tras publicar los resultados de un experimento insólito. Para estudiar qué ocurre en las profundidades marinas tras la muerte de grandes mamíferos, arrojaron el cuerpo de una vaca al mar de China. Lo que encontraron fue mucho más de lo que esperaban: una congregación inédita de tiburones dormilones del Pacífico a más de 1.600 metros bajo la superficie.
La vaca fue depositada en una pendiente submarina próxima a la isla de Hainan, donde se colocaron cámaras para documentar el proceso. Apenas unos minutos después, las imágenes captaron la llegada de ocho tiburones, todos ellos hembras, que comenzaron a alimentarse de forma ordenada, turnándose para morder la carroña. Los científicos subrayan que jamás se había registrado la presencia de esta especie en esta zona del planeta.
Un comportamiento nunca visto
El material audiovisual muestra cómo los ejemplares de mayor tamaño se comportaban con cierta agresividad, mientras los más pequeños adoptaban una actitud más prudente. La investigación describe además un detalle sorprendente: los tiburones retraían sus ojos durante la alimentación, posiblemente como mecanismo de defensa ante lesiones, ya que carecen de tercer párpado.
La presencia exclusiva de hembras abre interrogantes sobre la conducta alimenticia y reproductiva de estos animales. Algunos expertos especulan con la posibilidad de que se trate de una zona de cría, un comportamiento documentado en otras especies de tiburón que buscan refugio en aguas profundas.
Una expansión inesperada
Hasta ahora, se pensaba que el tiburón dormilón del Pacífico habitaba únicamente en aguas frías, desde Japón hasta Baja California. Su aparición en el mar de la China Meridional plantea un cambio de paradigma sobre la distribución de la especie. El hallazgo podría indicar una expansión natural o simplemente la existencia de hábitats no explorados.
Además del protagonismo de los tiburones, las cámaras registraron otras formas de vida como peces caracol, anfípodos y copépodos parásitos, lo que confirma la enorme biodiversidad que se esconde en estas profundidades marinas.
La importancia de seguir investigando
Los resultados del experimento, publicados en la revista Ocean-Land-Atmosphere Research, abren una ventana inédita al ecosistema del océano profundo. Según el investigador principal, Han Tian, «el comportamiento agresivo observado sugiere que esta zona del mar de China aún alberga fuentes de alimento abundantes». Un recordatorio de lo mucho que queda por descubrir bajo la superficie.
