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Los científicos reconocen los beneficios de la caza en los Parques Nacionales

Un ciervo come hojas de una encina en el Parque Nacional de Monfragüe. © Shutterstock

Los ungulados silvestres son especies clave en muchos ecosistemas naturales, ofreciendo además una gran diversidad de servicios ecosistémicos, como pueden ser el turismo, la caza, o la prevención de incendios, entre otros. No obstante, cuando sus densidades superan la capacidad de carga ecológica o afectan a la aceptación social y a la economía del entorno, estos beneficios se oscurecen por los conflictos que se generan con diversos sectores, como los relacionados con la transmisión de enfermedades al ganado, la presión de la herbivoría sobre especies amenazadas, o la competencia por recursos con especies emblemáticas. En estas situaciones la gestión de sus poblaciones se vuelve una herramienta necesaria.

En España, la prohibición de la caza recreativa en los Parques Nacionales eliminó una medida de gestión que, regulada en base a un proyecto de ordenación serio y bajo un marco de monitorización de las poblaciones silvestres y de sus efectos, podría ser de utilidad para regular las poblacionales de ungulados silvestres, siempre dentro de un marco de estrategias integradas de gestión del medio natural. Sin embargo, la caza recreativa no es una actividad que actualmente cuente con apoyo de una parte importante de la sociedad, y ésta se manifiesta especialmente en contra cuando se realiza en espacios naturales protegidos.

Por ello, el primer desafío al que se enfrenta la gestión de los ungulados silvestres en los Parques Nacionales es transmitir a la sociedad la utilidad del control letal de poblaciones para contribuir a la regulación de las poblaciones y, particularmente, transmitir los desafíos que supone renunciar a la caza recreativa.

En este contexto, científicos del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA – CSIC), la Universidad de Córdoba y la Estación Biológica de Doñana (EBD – CSIC), han publicado un trabajo de discusión en el que analizan los desafíos y oportunidades que supone la prohibición de la caza recreativa en los Parques Nacionales.

Presencia de ungulados silvestres en los diferentes Parques Nacionales de España. © IREC

Situación de los ungulados silvestres en los Parques Nacionales españoles

En España existen 16 Parques Nacionales, de los que 14 cuentan con la presencia de ungulados silvestres, tanto autóctonos (rebeco, cabra montés, corzo, ciervo y jabalí) como introducidos (muflón, gamo o arruí). Once de estos Parques Nacionales incluyen el control letal poblacional de ungulados silvestres en sus planes de gestión, y el mismo número ya había informado de consecuencias ecológicas negativas asociadas a las altas densidades de ungulados antes de la entrada en vigor de la prohibición de la caza recreativa. La gestión de las poblaciones de ungulados en esos Parques Nacionales supone un importante desafío para los gestores por el enorme esfuerzo económico y humano requerido que requiere mantener niveles poblacionales sostenibles, sin contar con el apoyo de la caza recreativa.

¿Cómo se puede implementar el control poblacional de ungulados en Parques Nacionales?

Antes de la entrada en vigor de la prohibición, la caza recreativa se llevaba a cabo en los terrenos privados de los Parques Nacionales, mientras que el control poblacional (eliminación selectiva de individuos por parte de personal de los espacios) se realizaba en los terrenos públicos. Aunque la caza recreativa se ha mostrado efectiva para reducir el número de individuos a corto plazo, por sí sola, tal y como se realiza, no siempre es suficiente para lograr la reducción deseada en el número de individuos, tampoco en los Parques Nacionales. Aun así, esto no disminuye la importancia de su contribución. En este sentido, la caza recreativa se entiende como un componente más en una estrategia de gestión integrada y su eficacia se puede ver potenciada cuando se combina con otras acciones, como la gestión del hábitat y el control poblacional mediante otros métodos.

Para la gestión eficaz de las poblaciones de ungulados es necesario obtener el apoyo o comprensión social. Es evidente que parte de la sociedad tiene percepciones negativas sobre la reducción de las poblaciones de ungulados mediante métodos letales, y más aún si se realiza mediante caza recreativa. Sin embargo, la percepción sobre la regulación de sus poblaciones mejora cuando se explican efectos adversos de la abundancia de los ungulados sobre los ecosistemas. Por ello, solo mediante la comunicación de forma objetiva e independiente de las presiones de las partes interesadas, la sociedad española puede ser parte de la solución a los retos de gestión que suponen los ungulados silvestres en los Parques Nacionales.

¿Que se pierde sin la caza recreativa en los Parques Nacionales?

En algunos casos, aunque haya voluntad política, los recursos financieros asignados a los Parques Nacionales son insuficientes para la gestión integral de las poblaciones de ungulados silvestres, que sin caza recreativa recae en su totalidad en los gestores de los propios espacios. Además, la exclusión de la caza recreativa en los Parques Nacionales representa una oportunidad perdida para disipar percepciones negativas sobre una herramienta más de gestión que es parte integral de nuestras prácticas culturales en el resto del territorio.

Por ello, se pierde también la oportunidad de que la caza recreativa en los Parques Nacionales pudiera servir como modelo de buenas prácticas cinegéticas, demostrando a la sociedad que se puede llevar a cabo de manera sostenible, eficiente y efectiva. Este enfoque implicaría basar la gestión en criterios técnicos y científicos, emplear modalidades de caza y medidas de gestión respetuosas con la vida silvestre y con el principal objetivo de los Parques Nacionales, la conservación de los recursos naturales, y sobre todo, realizar una comunicación precisa y transparente a la sociedad sobre la gestión que se hace de la fauna silvestre.

Resumen gráfico del trabajo de discusión. © IREC

Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de discusión en:

       
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