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Certifican la presencia de meloncillos con coloraciones anómalas en Castilla-La Mancha

Meloncillo leucístico fotografiado por las cámaras del proyecto MELOCAM.

En los mamíferos, la coloración del pelaje juega un papel importante en el camuflaje, comportamiento, reproducción, comunicación y termorregulación. Las coloraciones anómalas más comunes en el pelaje de los mamíferos se conocen como albinismo, melanismo y leucismo. El albinismo es la ausencia total de pigmentación, tanto en la piel como en los ojos y tejidos blandos. Generalmente, los animales albinos presentan un pelaje blanquecino con ojos rojizos. El melanismo es lo opuesto al albinismo, exceso de melanina en la pigmentación, mostrándose un color negro o marrón rojizo. Por su parte, el leucismo es la ausencia parcial de pigmentación, de modo que los individuos leucísticos suelen mantener la pigmentación en ojos y tejidos blandos.

El meloncillo (Herpestes ichneumon) es la única mangosta (Familia Herpestidae) presente en la actualidad de forma natural en Europa. Actualmente ocupa la zona suroccidental de la Península Ibérica, y la coloración típica de su pelaje es grisácea, debido a la alternancia de bandas de color pardo y crema en sus pelos.

Meloncillo con la coloración típica (Foto: Francisco Javier Gómez Chicano).

En una comunicación, investigadores del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA – CSIC), de la Universidad de Málaga y técnicos de la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha han documentado los primeros registros de coloración anómala en el meloncillo.

Estos registros corresponden aparentemente a individuos leucísticos debido a la coloración canela de su pelaje y a que mantenían la pigmentación de los ojos. Tres de estos meloncillos se detectaron en la provincia de Toledo y uno en la provincia de Ciudad Real. Estas anomalías en el pelaje podrían ser perjudiciales para los individuos que las presentan ya que podrían afectar a su éxito de caza, riesgo de depredación, comunicación intra- e interespecífica y a su reproducción. Esto podría explicar su baja frecuencia y que no se hayan descrito hasta la fecha individuos con coloración anómala en esta especie.

Puedes consultar la comunicación científica en:

       
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