Un cazador estadounidense se hizo el pasado 10 de noviembre en las cercanías de la localidad de Linwood, en el estado de Minnesota (Estados Unidos), con una zarigüeya del tamaño de un osezno. El animal, según narra el medio especializado Field and Stream, había estado robando huevos del gallinero del cazador durante varias semanas antes de este se diera cuenta.
Una tarde, cuando el sol estaba a punto de ponerse, la zarigüeya regresó y trató de encontrar una nueva forma de entrar al gallinero, pero esta vez todavía había suficiente luz como para que la esposa del hombre la pillara in fraganti. «Ella me gritó y me dijo que había una zarigüeya enorme», señala sobre la reacción del cazador el citado medio. «Cuando abrí la puerta y miré hacia el gallinero, pensé: ‘Dios mío, ¡parece un oso!’».
Las zarigüeyas son una especie de caza menor más en Minnesota y los propietarios pueden darles caza siempre que se cumpla con las normas establecidas. «Para entonces, la zarigüeya estaba en la parte trasera del gallinero, a unos 60 metros de distancia. Me apoyé en el patio y disparé dos veces, pero salió corriendo», explicó el hombre.
Tras seguir el rastro, encontraron al animal muerto. Había conseguido llegar a la parte baja de un cobertizo, propiedad de los suegros del cazador. Al cobrar el animal se dieron cuenta que tenía un tamaño enorme.