Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Un joven caza uno de los jabalíes más grandes de Palencia

© J.L.G.R.

José Luis Gutiérrez Rodríguez es un cazador que ha vivido una jornada de esas que se quedan marcadas para el recuerdo. La escena tuvo lugar el pasado domingo, 13 de octubre, en el pueblo de Manquillos, situado en la provincia de Palencia, a orillas del río Carrión. Allí, durante una batida, tuvo la oportunidad de dar captura a un impresionante ejemplar de jabalí.

Acompañado de algunos de sus amigos, también amantes de la caza, José Luis, tal y como ha contado al equipo de Jara y Sedal, vio cómo la mañana «empezaba mal y con niebla». Sin embargo, al cabo de unas cuantas horas terminó levantando.

Fue en ese momento cuando tuvieron la oportunidad de ver que en la mancha que les tocaba cazar había «muchas huellas de jabalí», aunque los perros no conseguían dar con ellos. «Como último recurso fuimos a un pequeño trozo que nos quedaba, cerca de lo más sucio del río», ha concretado el cazador respecto a la zona en la que finalmente encontraron a los animales.

«Nada más colocarme, a los 15 minutos, empezaron a cantar los perros. El corazón me iba a mil cuando veía cómo a orillas de un maíz y unas zarzas se movía todo», ha continuado contando.

Una jornada de caza que nadie esperaba

La jornada se hizo aún más intensa cuando, de repente, escuchó cómo un jabalí se acercaba a él de frente, a unos 20 metros. «Antes de salir por mi derecha, se paro y, de repente, arrancó y me salió por mi izquierda en dirección al río. Ni me imaginaba las dimensiones de ese animal», ha destacado.

«Al verle salir con las orejas y las cerdas en punta me asusté», ha reconocido. «Apunté y de un tiro cayó al suelo seco. Solo pensaba en que no se levantara porque con ese tamaño iba a hacer daño a los perros y a mí como quedara herido».


Cazan en Valencia un jabalí cuyos colmillos pasarán a la historia por sus dimensiones


De igual modo, ha seguido asegurando que les costó mucho sacar al animal y que tuvieron que arrastrarlo «unos 400 metros». «Un animal así no se caza todos los días. Lo llevamos a casa, lo pesamos después de haber hecho las correspondientes apuestas sobre el peso y la sorpresa fue que todos nos quedamos cortos. 143 kilos de peso», ha apuntado.

© J.L.G.R.

Finalmente, José Luis ha terminado contando que, además de ese ejemplar, en la misma jornada de caza también consiguieron abatir otros dos más pequeños. «Lo que parecía un día sin suerte, este nos sobrepasó», ha concluido resaltando.

       
Salir de la versión móvil