Un cazador sevillano denuncia el grave problema de los pasos canadienses para animales silvestres de caza menor: «Realmente están mal hechos, porque animal que cae a su foso de metro y medio, animal que muere de calor, sed y hambre al sol», se lamenta en un día en el que el termómetro marca 39 grados. «Si no rescatan los cazadores a esos animales, no lo rescata nadie», añade.
9/6/2019 | Redacción JyS
Los pasos canadienses se han convertido, especialmente en el sur de España donde acostumbran a utilizarse, en una trampa mortal para cientos de liebres que caen entre sus rejas y no consiguen salir por sus propios medios. Tan solo si una mano humana levanta los barrotes y la recoge pueden salvarse de morir asfixiadas por el calor, por hambre y, sobre todo, por sed.
Una barrera canadiense o guardaganados es un sistema de confinamiento de animales que complementa a vallados y otros cerramientos de parcela. Se instala en el punto de acceso por carreteras y pistas rurales a fincas con la finalidad de evitar el escape o el ingreso de ganado y otros animales, mientras que no obstaculiza el movimiento de vehículos, maquinaria y peatones… pero es toda una trampa mortal para ciertos animales silvestres que pueden caer entre sus barrotes, especialmente liebres y zorros.
Se trata de un problema que ha relatado para Jara y Sedal el cazador sevillano Miguel Ángel de la Cruz: «No sólo los canales son una trampa mortal para las especies cinegéticas, sino que los pasos canadienses hacen que especies de caza menor caigan presas y no puedan salir», ha denunciado. La muerte agónica de las liebres o zorros que caen es inevitable a no ser que una mano humana los salve.
De hecho, ha enviado unos vídeos del pasado fin de semana para comprobar que, efectivamente, los cazadores son los únicos preocupados por este problema en la actualidad. El siguiente vídeo se grabó en una finca de ganado bravo en la provincia de Sevilla donde también practican la actividad cinegética este grupo de cazadores. Pero no ha sido la única liebre que han rescatado, durante la pasada temporada lo hicieron con varias más y encontraron decenas de cadáveres.
La denuncia de De la Cruz es clara: «Aquí, en el sur de España, se utilizan mucho en las fincas ganaderas estos pasos canadienses: realmente están mal hechos porque tienen un foso de un metro y medio. Animal que cae dentro, animal que se muere al sol», se lamenta el cazador en un día en el que el termómetro marca 39 grados. Este es el vídeo:
«Si no rescatan los cazadores a esos animales, no lo rescata nadie»
Además, el cazador va más allá en su denuncia, ya que defiende que tan sólo los cazadores se encargan de salvaguardar la fauna silvestre: «El ganadero, entre otras cosas, no se va a parar a sacar una liebre de un foso porque tiene muchísimas cosas que hacer antes que eso», argumenta. Pero es que «tampoco hacen nada los propietarios por arreglar ese asunto», admite. «Cuando miras al agujero, ves cadáveres y cadáveres especialmente de liebres y conejos que sufren una muerte angustiosa».
Los animales, al cambiarse de finca, solamente pueden transitar por ese paso canadiense: «Si el animal es capaz de hacer malabarismo, pasa; si no, cae dentro y ahí se queda». Con los conejos no suele pasar este problema ya que al estar centrada alrededor de su madriguera con un radio de acción de 200 metros aproximadamente, no precisan de moverse de un lado a otro para encontrar comida.
Las rampas que evitan, desde mayo, que los corzos mueran en los canales
El pasado 17 de mayo era protagonista en Jara y Sedal la historia de cómo varios cazadores de Lérida, en colaboración con los Agentes Forestales de la zona, colocaron una rampa para evitar que los animales mueran ahogados en el canal de Balaguer, situado en las cercanías de la localidad de Termens.
De momento, y tal y como el cazador Miguel Campabdal Fernández narró, se trata de una rampa piloto que es copia de otra que hay en un canal de Garet de Conga. En los próximos días, instalarán tres más en la zona en función de la respuesta en esta rampa. Este es su funcionamiento.