Los representantes de los cazadores se han mostrado en contra de la propuesta de la Administración de ampliar las fechas y modalidades de caza del jabalí en la región, indicando que su correcto aprovechamiento debe suponer una mejora en su gestión y no un intento de exterminio.
28/5/2018 | Redacción JyS
Según ha informado noticias de Navarra, el borrador que ha presentado el Departamento de Medio Ambiente de la región propone permitir la caza del jabalí en batidas, monterías, recechos, aguardos y esperas nocturnas desde el 15 de agosto hasta el último domingo de febrero, y desde el 1 de abril hasta el 31 de julio de 2019, aumentando el periodo autorizado en temporadas anteriores.
Miguel Iñigo, experto cazador de esta especie desde hace más 40 años ha opinado al citado medio que no considera oportuno adelantar su fecha de apertura por diferentes motivos: «Las altas temperaturas durante el mes de agosto suponen un altísimo esfuerzo para nuestros perros y perreros, con graves riesgos para su salud. Agosto es un mes vacacional donde los cazadores tienen que estar con sus familias», afirma. Y añade: «Los jabalíes nacidos en el año son todavía muy pequeños y pueden ser apresados fácilmente por los perros. Tampoco es oportuno retrasar la fecha de cierre por encontrarse las hembras en avanzado estado de gestación y próximas al parto. Los cazadores debemos ser gestores de la fauna, no eliminadores de ella».
Respecto a la propuesta de que se permita la caza a rececho, aguardos y esperas desde el 1 de abril hasta el 31 de julio todos los días, Miguel tampoco está de acuerdo, «porque al cazarse hembras recién paridas, condenamos a sus crías a una muerte segura a expensas de sus predadores».
ADECANA aboga por la gestión
Carlos Irujo, presidente de ADECANA, ha opinado por su parte que en vez de que la Administración se limite a hacer una política de exterminio, «lo que tiene que hacer es mejorar la gestión de la especie y sobre todo del hábitat que ocupa». Irujo indice en que además de llevar a cabo una política de control de la pirámide poblacional, se debe mejorar el hábitat para optimizar el resultado de las cacerías «ya que con lo sucio que está el monte es cada vez más difícil cazarlos».
Irujo alude a las «autorizaciones y ayuda económica para realizar trabajos de limpieza de sendas por donde tiene que ir los batidores o resacadores, la limpieza de cortafuegos, subvencionar la construcción a mayor altura de los puestos para tener mejor visión de disparo y aumentar la seguridad y autorizar y promover para la limpieza del monte que haya más ganado ya que ayudan mucho a limpiarlo, amén de que esto es una gran mejora para las especies de caza menor».
«La Administración pretende que los cazadores solucionen el problema»
Florencio Markina, doctor en Biología y autor de estudios acerca de la gestión del jabalí opina por su parte que «con esta propuesta de dilatación del período de caza del jabalí, la Administración pretende que los cazadores solucionen un problema que es de todos y eso ya no es caza como ocio sino un trabajo que en la parte que le corresponde debería hacer con una mejor gestión». «Encima sin eximir a los cazadores de la responsabilidad por daños en la agricultura, accidentes de carretera, etc.», añade.
Markina argumenta que los últimos estudios sobre la biología del jabalí apuntan en el sentido de que, por su estrategia demográfica, una mayor presión de caza lo único que parece provocar es un incremento de la reproducción para compensar las pérdidas. «Es mucho más efectivo hacer una presión de caza por clases de edad, dirigiendo todo el aprovechamiento sobre las hembras de menos de 35-40 kilos, que son las que llevan el peso de la reproducción. La presión sobre individuos de más de 40 kilos no tiene ningún efecto sobre la demografía», explica.
Llama también la atención al mismo experto que durante los meses de abril a agosto se autoricen esperas nocturnas con escopeta en puntos prefijados mientras que con arco se puede andar por cualquier sitio en busca de los jabalíes. «Esto no es equitativo de un colectivo frente al otro». «Además, se sabe que en el caso del jabalí el control verdaderamente eficaz es la batida, y la batida con un número de batidores/resaqueadores elevado, que son los que realmente mueven la caza». opina.
Florencio añade que en cuanto los aguardos no le parece mal la medida, siempre y cuando se centre en la captura de individuos juveniles (35-40 kilos, incluidos los rayones), «pero creo que para el control demográfico, es un sistema poco eficaz».
¿Cazar jabalíes con nieve?
A Markina le parece mucho más interesante habilitar la caza del jabalí en batida con nieve al igual que hace Aragón, «ya que si estamos hablando de un control de la especie, da lo mismo las condiciones meteorológicas que haya», afirma.
Miguel Íñigo también ha considerado oportuno que «bajo ciertas circunstancias, se permita lo que ADECANA viene solicitando desde hace muchos años», refiriéndose a la caza con nieve en ciertos cotos del Pirineo.