La Federación Catalana de Caza (FCC) se reunió el pasado lunes con Anna Sanitjas, directora general de Ecosistemas Forestales, para trasladarle las necesidades del colectivo cinegético de Cataluña a la hora de hacer frente a la emergencia cinegética actual del conejo.
Con el fin de cumplir con las expectativas del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (DACC) en materia de emergencia cinegética, «es decir abatir 285.000 conejos en la demarcación de Lleida y cerca de 7.000 jabalíes en la de Girona», apuntan desde la FCC, «sólo el coste en munición superará los 322.000 euros», detallan.
Asimismo, desde la Federación Catalana de Caza se trasladó al DACC la necesidad de que los perros de caza mayor que participen en estas actuaciones sean beneficiarios de un chaleco protector con el objetivo de minimizar el riesgo de las lesiones que los jabalíes les puedan ocasionar durante las cacerías.
Después de una temporada de caza mayor, de por sí muy dilatada en el tiempo -septiembre a marzo-, continuar cazando en una época en la que la temperatura ambiental empieza a subir, «garantiza la siniestralidad con jabalíes», advierten. La FCC ya se ha puesto en contacto con la mayoría de cuadrillas implicadas y el número de perros que podrían participar en la emergencia cinegética se situaría en torno a los 1.350, por lo que «el coste estimado en chalecos rondaría los 222.000 euros», puntualizan.
La Federación pide un pequeño aporte para sufragar los gastos
Por último, desde la FCC se considera imprescindible que los cazadores participantes en este nuevo esfuerzo solicitado por la Generalitat para minimizar los daños a cultivos, accidentes de carretera y riesgos sanitarios provocados por los jabalíes «les sean compensados los gastos de carburante y mantenimiento de las propias canillas con una asignación diaria de 50 euros».
Por otra parte, la Federación Catalana de Caza considera necesario que se reconozca la labor y esfuerzo económico realizado por el resto de sociedades de cazadores del territorio catalán para reducir las poblaciones, tanto de jabalíes como de conejos, durante toda la temporada hábil de caza y con las autorizaciones excepcionales. «Una ingente labor gracias a la cual se evita la declaración de la emergencia cinegética en más lugares», han destacado.
Como ejemplo, en Collserola, la pasada temporada la población de jabalíes se situaba en 17 jabalíes por kilómetro cuadrado. A finales de ésta se ha visto reducida a 12, densidad todavía alta, pero reducida considerablemente por la presión cinegética llevada a cabo por los cazadores y cazadoras de la zona con un récord de capturas anuales. Por esta razón, consideran que «la administración pública debería plantearse establecer unas compensaciones económicas para todas estas sociedades del territorio catalán y subvencionar, por ejemplo, los visores nocturnos, las pólizas de seguros de perros de gastos veterinarios, chalecos para los perros, tasas de las licencias de caza o la correspondiente a la matrícula de las áreas privadas de caza».