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Un grupo de cazadores evita un incendio al apagar las llamas creadas por el rayo de una tormenta en Valencia

La zona de Utiel tiene un alto valor ecológico.

La tormenta que descargó sobre la comarca valenciana de Utiel-Requena hace un par de semanas dejó tras de sí más que truenos y lluvia: también encendió un pequeño fuego en mitad del monte. Las llamas, iniciadas por un rayo, fueron detectadas por un grupo de cazadores que se encontraba en la zona y que no dudó en intervenir rápidamente para evitar que se propagaran.

La Federación Valenciana de Caza ha compartido el vídeo del momento con un mensaje claro: «¡Qué importante es estar y conocer el monte!». Un reconocimiento que pone en valor el papel que desempeñan los cazadores en la vigilancia activa del entorno rural. Su conocimiento del terreno y su implicación directa son clave en episodios como este, donde cada minuto cuenta.

Cazadores y guardas: aliados silenciosos contra los incendios

Este suceso refuerza lo que la Fundación Artemisan viene defendiendo desde hace tiempo: que la actividad cinegética desempeña un papel esencial en la prevención y contención de incendios forestales.

Así lo recoge el trabajo La caza y los incendios forestales, un documental en el que se destaca la función de cazadores, guardas y sociedades cinegéticas como custodios del monte, gracias a su presencia habitual, sus labores de mantenimiento, limpieza y vigilancia, y su conocimiento profundo del territorio.

Expertos en incendios forestales coinciden en que las zonas de caza mayor, como Sierra Morena, los Montes de Toledo o la Serranía de Cádiz, apenas sufren grandes fuegos, en buena parte gracias a la gestión activa que realizan los cotos: mantenimiento de cortaderos, redes de caminos, balsas de agua, labores de desbroce y vigilancia permanente a través de guardas y torretas.

Biodiversidad y gestión activa, claves para el futuro

Además del factor humano, el documental de Artemisan subraya la importancia de las especies cinegéticas y del ganado como herramientas naturales de prevención. Ciervos, jabalíes, cabras montesas y ganado extensivo ayudan a controlar la carga vegetal al alimentarse de matorrales, sotobosques y pastos, reduciendo así el combustible disponible para un incendio.

Finalmente, en caso de desastre, son también las sociedades de cazadores las que suelen intervenir para reparar daños a la fauna y restaurar el equilibrio del entorno.

La escena vivida en Utiel no es una excepción: es el ejemplo más reciente de una realidad que en el mundo cinegético se conoce bien. Quienes viven el campo, lo pisan y lo cuidan, también lo defienden cuando más falta hace.

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