Este rifle artesanal es un arma de lo más rudimentaria. Fabricado con piezas de coche, pocos recursos y mucho ingenio, fue utilizada en Mozambique por unos furtivos hasta que un cazador profesional se lo arrebató.
8/5/2018 | Redacción JyS
Mientras unos piensan que las armas no están al alcance de todos, debido a su elevado precio en algunos casos, otros se dedican a inventarlas… ilegalmente y con mucho ingenio, en este caso.
Gary Goltz, un cazador profesional de Gajogo Safarilands, se encontraba guiando a un cliente que trataba de cazar un sable cuando se topó con un grupo de furtivos en la carretera. Estos, al detectar la presencia del cazador, tiraron el arma y los cinco animales que habían matado con ella y se dieron a la fuga. Cuando Goltz ‘confiscó’ el rifle no podía creer lo que veía. Como si de un trabajo del más surrealista de los bricolajes se tratara, el ‘artista’ que lo fabricó había utilizado el eje de la dirección de un Toyota a modo de cañón; para amortiguar los disparos en el hombro improvisó una cantonera recortando la suela de unas zapatillas deportivas y, a falta de arandelas, usó fieltro para fijar unos tornillos a la culata, también de fabricación casera.
Para dispararlo, su creador utilizó pólvora negra hecha con orina de un pequeño antílope con el fin de empujar y lanzar unas precarias balas hechas con trozos de ferralla. Unas muescas sobre el ‘cañón’ y la ‘culata’ la longitud que debían tener los proyectiles.
Su aspecto es el de una rudimentaria arma de avancarga, accionada por un perrillo al que ataron un cordel para disparar el arma, puesto que el ‘gatillo’ falla con frecuencia, según relató Goltz. Sus partes metálicas están fijadas con clavos y han sido forjadas y adaptadas a golpe de martillo.
El rifle artesanal es precario… pero funciona
Aunque su precisión es prácticamente nula –rompe todas las reglas de la balística–, lo cierto es que dispara y ‘mata’. Goltz disparó el arma una vez que la requisó de las manos del furtivo para liberar la ‘bala’ de media pulgada que había introducida en su cañón y el retroceso le sorprendió: «Sentí como si explotase un cuarto de dinamita», relató.
Por desgracia este tipo de armas son muy frecuentes en África, y son utilizadas por furtivos. Cabe recordar que fabricar este tipo de dispositivos está prohibido en nuestro país y que dispararlos es, además, una verdadera locura. Tanto la pólvora negra como la pólvora sin humo empleada en la práctica totalidad de las municiones modernas generan unas presiones muy elevadas que pueden hacer estallar uno de estos artilugios dañando seriamente o, incluso, matando al tirador.
Aquí tienes las imágenes del arma en cuestión.