En ocasiones hemos publicado en Jara y Sedal imágenes de corzos o ciervos negros o blancos cazados dentro de nuestras fronteras, si bien hoy compartimos la fotografía de una corza blanca con la que se topó un cazador que acudía a una jornada de palomas. Aunque las imágenes no han sido tomadas en nuestro país, sino en un coto de Francia, muestran el curioso pelaje de la hembra.
El científico y cazador Javier Iñurrieta Velasco ha respondido a nuestra pregunta sobre el origen de este extraño pelaje: «Habría que retomar la obra de Bécquer para comprender la belleza de tal insólito animal y su magia en una noche con luna llena», ya que los corzos blancos o con albinismo «sufren un trastorno genético recesivo», apunta. En la península ibérica son escasos los corzos cazados con esta peculiaridad y que fácilmente podemos contar con los dedos de ambas manos.
«Otro ejemplo parecido, aunque con mayor número de ejemplares, son los corzos negros. Sufren de melanismo y en la península pueden ser frecuentes ciertas apariciones en algún área del sur de Salamanca, zona repoblada con corzos centroeuropeos y afectados con dicho gen recesivo», añade el experto en corzos.
Por último, el cazador y científico que cuenta con un interesante perfil en Instagram en el que comparte singularidades de la bilogía del pequeño duende, cita un tercer ejemplo -más común que los dos anteriores-. Son los corzos afectados por piebaldismo. «Estos corzos tendrán zonas de su cuerpo pigmentadas a modo de manchas que cubren de diferentes formas. No obstante estas singularidades hacen del corzo o corza que las posea un ejemplar único».
Mostramos un ejemplo de este último caso con dos magníficas instantáneas de Iñurrieta.
Los corzos negro y blanco alemanes que enamoraron a los cazadores de nuestro país hace un año
Bjarne Ravn, un cazador danés de Slagelse -ciudad del este de Dinamarca, situada en la isla de Selandia- compartía el pasado año las imágenes de un majestuoso corzo negro abatido en Alemania. El trofeo del animal es grueso, con multitud de puntas y con una curiosa simetría con dos puntas verticales y otra que sale hacia afuera en ambas cuernas.
Aunque el otro ejemplar blanco se desconoce dónde fue cazado, lo cierto es que sus imágenes son impactantes. El animal, que luce un trofeo grueso y con al menos cuatro puntas en cada cuerna, es de pelaje blanco aunque mantiene algunas manchas del color típico de estos cérvidos.
La extraña corza con media cara blanca de Soria
El cazador soriano Alberto Durán envió hace unos meses a la redacción de Jara y Sedal las imágenes de una rara corza con media cara blanca grabada en las cercanías de Soria capital. Las instantáneas fueron captadas durante una espera de corzos. El coto en el que fue localizada esta corza y su compañera está ubicado a unos 20 kilómetros al este de la citada capital provincial.