Hace ahora ocho años Marcos Coto recibió el encargo de naturalizar una cabeza de cochino abatido en Galicia. Jamás pensó que hallaría una vieja bala del 12 en la mandíbula de un jabalí.
Cuando recibió el animal ni él ni siquiera el cazador que lo había abatido imaginaban que el ejemplar iba a esconder algo tan raro. Algo que iba a hacer de este trabajo uno de los más singulares que jamás habían visto.
Nadie había sospechado nada ya que el animal tan solo tenía un disparo en un costado, el cual le provocó la muerte. Sin embargo, Marcos encontró un agujero en la mandíbula inferior del animal junto a una bala del 12, resultado de un antiguo disparo del que el animal ya estaba perfectamente recuperado.
Cuando leyó la noticia del extraño ejemplar cazado en la Finca El Cotillo (Córdoba) que jaraysedal.es publicó hace unos días decidió enviar a nuestra redacción las siguientes imágenes para compartirlas con todos nuestros seguidores.