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Un cazador descubre 9 corzos muertos: así es la trampa mortal que está esquilmando muchos cotos

Los corzos yacen tras ser recogidos por una máquina que elimina la suciedad del canal. © M. A.

La ausencia de infraestructuras eficaces que permite a la fauna silvestre abandonar los canales de riego una vez caen accidentalmente en ellos es un problema que ya hemos denunciado en Jara y Sedal a través del testimonio de varios cazadores.

En este caso, el cazador Adrián Milián, natural de la localidad de Alcañiz (Teruel), tomó este domingo una nueva imagen de la «trampa mortal» que suponen para los corzo, por poner un claro ejemplo. Millán llegó a su coto de mañana y se encontró en el canal con la dramática imagen de cinco jóvenes cérvidos muertos: «Se me cayó el alma a los pies», asegura en declaraciones a Jara y Sedal. El día anterior, sábado, había visto otros cuatro ya ahogados.

Las imágenes muestran la realidad que este tipo de construcciones suponen especialmente para corzos y jabalíes, condenados a morir al mojárseles las pezuñas y no poder salir. «No tenían más de un año de vida. A esto hay que ponerle una solución», denuncia el cazador.

En otro vídeo reciente que envió hace unas semanas a la redacción de Jara y Sedal Milián, se ve cómo el cazador libera a un corzo que había caído al agua con la ayuda de varios compañeros.

Adrián acompañó al corzo desde la orilla hasta que pudo liberarlo: «Estamos en el canal de La Estanca de Alcañiz y esto es lo que ocurre día tras día, por desgracia, sin que nadie tome ninguna medida ni haga nada por salvarle la vida a estos pobres animales», comenzaba denunciando el cazador en la grabación.

«Luego los cazadores somos los malos, pero mirad, llevo una hora caminando junto a él, acompañándole a una salida, y ahora que encontramos una vemos que el corzo es arrastrado por la corriente del agua hasta la rejilla, donde puede morir», dijo mientras los compañeros levantaban al cérvido y lo liberaban de nuevo en su hábitat.

Cazadores colocan rampas en un canal para evitar que los animales mueran ahogados

Varios cazadores de Lérida, en colaboración con los Agentes Forestales de la zona, colocaron hace dos años una rampa para evitar que los animales mueran ahogados en el canal de Balaguer, situado en las cercanías de la localidad de Termens. Así lo hicieron.

       
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