El perrero y cazador catalán Juan Sánchez abatió, el pasado fin de semana, uno de los jabalíes más raros que se han cazado este año: se trataba de un animal blanco y que pesaba casi 100 kilos. Lo hizo durante una batida celebrada en las cercanías de la localidad de Llagostera, en la provincia de Gerona.
«Cuando lo vi tuve que bajar el rifle, me quedé impactado», explica el perrero, que acudió aquel día junto a sus 19 sabuesos azul de Gascuña. «Fue al inicio de la batida cuando salió este ejemplar. Lo primero que hice fue asegurarme que no podía herir a ninguno de mis perros, porque estos cochinos que tienen sangres mezcladas son peligrosos y si te enganchan un perro, pueden herirlo muy seriamente», expone el perrero.
En cuanto pudo, disparó en dos ocasiones al animal, que cayó al instante: «No tiene un trofeo destacado, pero fue la sorpresa de la montería, sin duda. Yo nunca había visto algo similar», asegura el cazador catalán, que agradece a la colla Companys que siempre cuente con él en sus jornadas cinegéticas.
¿Por qué tenía este color el jabalí?
Generalmente, un animal que nace blanco, si no es característico de la especie, puede haber sufrido dos fenómenos: albinismo o leucismo. ¿En qué se diferencian? El leucismo -que puede provenir de un gen recesivo- solo provoca una pérdida parcial de pigmentación. Esto puede provocar que el animal tenga la piel o las plumas de color blanco o irregular. Sin embargo, las células pigmentarias de los ojos no se ven afectadas por ello: su color es normal. Esta es la principal característica que nos ayuda a diferenciarlo del albinismo.
En el albinismo, el cuerpo del animal carece de melanina. La melanina está presente en la piel y es lo que da color a esta, las plumas, el cabello y los ojos. Los animales con albinismo son de color blanco o amarillento pálido, y tienen ojos muy pálidos, a menudo de color rosa o rojo, que es el color de la sangre que reflejan.
Cazan en Navarra el jabalí más extraño de la temporada pasada: blanco, con una pezuña atrofiada y un colmillo deformado
El jovencísimo cazador navarro Manu Cabañas, de 18 años de edad, vivió el pasado mes de febrero en el coto social de su localidad natal, Artajona (Navarra), un lance que no olvidará jamás en el que consiguió abatir el jabalí más extraño de la temporada: blanco, con una rara pezuña y un colmillo deformado. Y es que además del peculiar pelaje de verraco, una de las pezuñas traseras la tenía deformada y no tenía una de las navajas (en el interior de la encía estaba deformada), lo que hacía que una de las amoladeras fuese desproporcionada. Así dio con él.
Otros dos jabalíes blancos cazados en batida
Dos jabalíes blancos fueron cazados recientemente también en nuestra geografía. Aunque uno de ellos porta un excelente trofeo, el otro no deja de llamar la atención en cuanto a su jeta. Este último no por las dimensiones de sus navajas y amoladeras, si no la extraña forma de su hocico: torcido y achatado. Te lo contamos aquí.