Este cazador acaba de conocer que el jabalí con el que se hizo hace unas semanas después de que su perro lo mostrase ha dado un total de 125,45 puntos. Adrien Martínez relata para Jara y Sedal cómo lo cazó.
20/2/2019 | Redacción JyS
Ocurrió en los Pirineos orientales hace dos meses: Adrien Martínez, un cazador de la ciudad francesa de Perpiñán, salía a cazar zorzales cuando su perro quedó quieto como una estatua junto a unos arbustos. Nunca imaginó que el animal que estaba a punto de arrancarse era un enorme jabalí con un trofeo descomunal.
Recientemente este cazador con familia española pero afincado en Francia, ha conocido que el suido con el que se hizo tras la muestra de su perro ha sido homologado como medalla de oro con un total de 125,45 puntos.
Martínez suele grabar vídeos sobre la caza del zorzal y ese día se dirigía junto con su bretón dispuesto a ello. No obstante, en un momento determinado de la mañana el perro se paró junto a la maleza y mostró algo que el cazador a priori no había identificado. Segundos más tarde vio cómo salía un gran jabalí y aprovechando el permiso de caza al salto con el que cuentan, lo abatió.
«Cazamos únicamente en sitios abiertos y jabalíes de estas características no tenemos», explica para Jara y Sedal Adrien Martínez. «Tenía una boca excepcional», añade. Según relata «sintió mucha emoción» ya que estaba solo con su perro y nunca pensó que podría ocurrirle algo así.
El animal, que ha dado 109 kilos en la báscula, contaba con un trofeo excepcional y ha sido ahora cuando el taxidermista se lo ha entregado: «Tengo muchos trofeos de buena calidad como ciervos, muflones, corzos… pero este jabalí es el más grande que he cazado nunca».
Poco después de abatirlo, Adrien tuvo que llamar a su padre, quien le ayudó a sacarlo del monte ya que debido a las dimensiones del animal «una persona sola no podía transportarlo», dice.
El otro gran jabalí también muy cerca de los Pirineos
En relación a otro gran jabalí, Jara y Sedal publicó este martes la imagen del barcelonés Jordi Muntanyola, que se topó el pasado fin de semana con uno de los trofeos de su vida. Tras llevar desde los 14 años cazando, abatió en abierto a sus 64, este jabalí de «monstruosas navajas y amoladeras».
Lo más singular del caso de este apasionado del mundo cinegético es que ha cazado también en América, África y Asia… pero nunca antes había abatido un jabalí igual: «Es el más grande de mi vida», expresó ayer orgulloso para Jara y Sedal.