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Caza un corzo con sólo tres patas con el viejo semiautomático de su abuelo

El corzo con sólo tres patas. © J. J. F.

El cazador Juan José Fidalgo abatió en la mañana de este jueves un extraño corzo con sólo tres patas y, además, lo hizo con el viejo rifle de su abuelo: un Browning de 7 mm con el que le hacía «muchísima ilusión» gastar el precinto que le quedaba en su coto de Teruel.

Fidalgo explica que, muy de mañana, se levantaron para acercarse a los terrenos de la sociedad cinegética «a ver si tenían suerte» con algún animal que tuviese un buen trofeo. A llegar, se toparon con «multitud de hembras jóvenes» y también algunos machos de corta edad, «pero ninguno estaba cumplido».

Encontraron este corzo al final de una alta siembra

El trofeo del animal. © J. J. F.

Comenzaron el rececho en una zona de siembras altas. Vieron un grupo de corzos, y entre ellos estaba este que solamente tenía tres patas. «Fue toda una sorpresa, ya que lo abatimos porque valoramos el trofeo y nos parecía bonito. No por más cosas. En la distancia no se le notaba nada raro a la hora de andar, pero nos topamos con la rareza al haberla abatido», explica Fidalgo.

Otra imagen del cérvido. © J. J. F.

Un disparo a 70 metros de distancia. Fueron recechando la pieza hasta que se situaron a unos setenta metros de ésta: «Ya era imposible acercarse más, porque de haberlo hecho nos hubiera descubierto. Por eso me preparé, apunté con el viejo rifle y acerté a la primera, cayendo casi de forma instantánea el animal». Tras ello, lo pistearon y se acercaron rápidamente.

Algún accidente en anteriores temporadas. Fidalgo describe que probablemente se trate de algún accidente sufrido en temporadas anteriores: «Podría haberse enganchado en alguna valla y se le amputó la extremidad», ya que la herida estaba bien cicatrizada.

Otro impactante corzo con tres luchaderas abatido el mes pasado por este cazador

 Fidalgo abatió junto a compañero, hace unos días durante un rececho inolvidable en un coto aragonés, un peculiar corzo que tenía dos grandes luchaderas en su cuerna derecha. Tanto se pudieron acercar al animal aquella mañana que lograron ejecutar el disparo ¡a tan sólo 50 metros de la pieza! Así lo abatieron.

       
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