Este veterano cazador de menor ha abatido su primer jabalí, un animal de 100 kilos al que le faltaban un colmillo y una amoladera, a los 66 años y en una de las primeras batidas a las que acudía. Sus compañeros le hicieron novio a esa edad, lo que fue «un orgullo para nuestro amigo Baldomero», aseguran a Jara y Sedal.
18/2/2020 | Redacción JyS
El pasado fin de semana tuvo lugar un hecho inusual para un veterano cazador de menor que jamás había tenido la oportunidad de abatir un jabalí a lo largo de su vida. Gracias al empeño de varios amigos, llevaba varias semanas acompañándolos a las batidas que han organizado en las provincias de Zaragoza y Huesca y fue el pasado domingo cuando finalmente tuvo la suerte de cazar un viejo macho de 100 kilos al que le faltaba un colmillo y una amoladera.
Ángel Sánchez, compañero y amigo del protagonista, Baldomero Urgencio –de 66 años de edad-, ha narrado a Jara y Sedal todos los detalles de esta batida de jabalíes celebrada en el coto social de Santa Eulalia de Gállego, en la provincia de Zaragoza. «Fue un lance insólito», asegura sobre cómo hicieron novio, «como mandan los cánones», a Baldomero.
El jabalí abatido fue de lo más peculiar, por la forma de su trofeo y por el lance: «Nos tuvo toda la mañana en vilo, haciendo frente a los perros», asegura Sánchez. Cuando el veterano cazador lo abatió con escopeta al venírsele de frente, llegó la sorpresa: «Lo primero que sorprende es que Baldomero no se acostumbra a utilizar rifle. Él siempre ha sido de menor, y le metió balas a la escopeta para la batida, por eso intentamos siempre ponerlo en puestos en los que pueda disparar en corto. Lo segundo, fue el inusual trofeo que tenía el animal», asegura Sánchez.
El jabalí tiene una forma de «dado» en la zona sin colmillo: «Es feo y estrecho», explica por último el cazador.
Homenajea a su abuelo, con alzheimer, repitiendo una vieja foto de caza suya 52 años después
Mismo, lugar, misma escopeta, mismo morral pero con distinto cazador y perro. Ambos, descendientes de los protagonistas que aparecen en la foto. Trinitario Pérez (86) y su nieto José Antonio Villar (23) protagonizaron esta bonita historia que se repite en cientos de miles de hogares españoles con la pasión por la caza pasando de generación en generación. Te lo contamos aquí.