Caza desde la infancia, es todo un entusiasta del bosque –donde descubrió su pasión por el mundo cinegético- y ama el bramido del ciervo en celo, un animal del que conoce hasta lo más profundo su lenguaje.
11/1/2018 | Redacción JyS
El digital La Montagne ha sacado a la luz los detalles más profundos de la vida de este joven de 28 años que, además de su afición por la caza, ‘berrea’ desde hace años, algo que aprendió escuchando los sonidos de la naturaleza que le rodean. También es un apasionado por la fotografía.
Aunque es esencial tener las cuerdas vocales en forma, Virgile no realiza ningún entrenamiento específico, como así confiesa al citado medio. Escuchar, responder y observar al ciervo son sus principales armas para practicar el bramido.
Asimismo, el campeón europeo explica que hay varias categorías de bramidos: la de la huida de los ciervos, la del sonido entre dos de ellos que quieren pelear o el que realizan en la época de la berrea.
¿Cuál fue el premio por ser campeón de Europa?
Se presentó por primera vez en Francia en 2017, quedando en segunda posición. Consciente de sus habilidades, retomó la aventura en el Parc de Sainte Croix en septiembre de 2018, siendo coronado campeón de Francia.
Conseguido su objetivo en su país, decidió acudir a los países de Europa del Este donde se aprende la imitación del bramido incluso en cursos especializados. El joven se llevó el primer puesto del Campeonato de Europa en Eslovaquia… y el premio fue el derecho a atraer por su bramido a un ciervo y luego cazarlo.
Concurso de berrea en España
El municipio de Orea (Guadalajara) celebró el pasado 29 de septiembre un «concurso de berrea a capela». El consistorio premió a quien mejor imitó los sonidos que realizan los ciervos durante la época de celo.
Se trató de la tercera edición que se celebró en el municipio del Alto Tajo donde, precisamente, la época de berrea es un importante reclamo turístico. De ahí que, tal y como señaló su alcaldesa, Marta Corella, desde el Ayuntamiento apostaran por realizar un concurso en el que los participantes imitan el sonido del ciervo en su época de celo en un tiempo que no suele exceder los 30 segundos.
Los participantes imitaron los típicos sonidos del venado a capela detrás de un biombo o pantalla en la que no se les veía la cara con el fin de que en la decisión del jurado, que fue el público con sus aplausos, no influyesen otras razones. El que más aplausos recibió se llevó una cesta de productos de la tierra.
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