Bajo el cielo estrellado de Archidona y rodeados de encinas, más de una veintena de niños y niñas andaluces vive esta semana una experiencia única: el Campamento de Verano que organiza la Escuela de Caza “Pedro Acedo” de la Federación Andaluza de Caza. En total, 22 participantes de entre 9 y 12 años disfrutan desde el lunes de una semana repleta de actividades en el Centro de Actividades Cinegéticas “Carlos Astorga”, un entorno privilegiado en la pedanía de Salinas.
Esta propuesta estival, que se ha consolidado como una de las citas más esperadas por los más jóvenes de la familia cinegética, busca fomentar el amor por la naturaleza y el respeto por el medio a través de un completo programa de talleres y juegos al aire libre. Desde la primera jornada, los participantes se han sumergido en un mundo de descubrimiento y aprendizaje, compartiendo vivencias y forjando amistades en un entorno seguro, dinámico y con contacto directo con el campo.
Tipis, luna llena y rastros de fauna
La organización ha apostado por un enfoque experiencial donde la aventura es la protagonista. Los niños duermen en tipis acondicionados en plena naturaleza, lo que no solo refuerza su conexión con el medio ambiente, sino que también aviva el espíritu de compañerismo y la emoción por lo desconocido.
En su primer día, los pequeños vivieron una noche mágica con una observación lunar guiada con telescopio y leyendas, seguida de un taller de rastreo y huellas de animales que les permitió identificar los pasos de los habitantes del monte. Estas primeras actividades han marcado el tono de un campamento donde cada jornada es una oportunidad para aprender jugando.
Talleres, juegos y educación ambiental
A lo largo de la semana, los niños participarán en talleres como ‘Mi perro es de Caza’, donde se les enseña la importancia de la tenencia responsable, o sesiones de tiro con arco, orientación, reciclaje, primeros auxilios y gymkanas multiaventura. Todo ello guiado por un equipo de cuatro monitores que acompañan en todo momento a los participantes.
«Es una iniciativa muy divertida, en plena naturaleza, en la que los niños y niñas van a estar integrados en el Centro de Actividades Cinegéticas. Además, estarán acompañados de cuatro monitores en todo momento», ha destacado María Nuevo, directora de la Escuela de Caza de la FAC. La piscina del centro también está a disposición de los participantes durante las horas de más calor, completando así una propuesta tan educativa como refrescante.
Un aprendizaje que deja huella
El objetivo de este campamento no es otro que sembrar el respeto por el medio natural desde edades tempranas, integrando valores de conservación, convivencia y conocimiento de la fauna y el entorno. Para muchos, será su primer contacto con una visión integral de la naturaleza, muy alejada de las pantallas y el ruido urbano.
Hasta el próximo 20 de julio, los pequeños seguirán sumando experiencias que, sin duda, dejarán una huella imborrable en su memoria. La Federación Andaluza de Caza, una vez más, demuestra que formar a los jóvenes en el campo es invertir en el futuro de nuestros montes.