Los diputados de los diferentes grupos parlamentarios se reunieron este miércoles para celebrar por fin la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad en la que dictaminaron los informes de ponencia sobre el Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales y el Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en materia de maltrato animal. Sin embargo, a la hora de realizar la votación a las enmiendas protagonizaron un espectáculo bochornoso.
La polémica a la que casi nos hemos acostumbrado en los últimos días, después de que se desconvocase hasta en dos ocasiones la comisión en la que se votaría la enmienda presentada por el grupo socialista para dejar a los perros de caza al margen de la ley animalista, quedó por un momento relegada a un segundo plano cuanto quienes vimos la votación en directo advertimos que los diputados no sabían cómo usar el método de voto electrónico: «Que venga un técnico que nos explicará cómo se vota con este artilugio que se tiene encima de la mesa», se le escuchó decir a Joan Ruiz Carbonell, presidente de la Comisión.
«No es ni para Primero de EGB»
A partir de ese momento comenzó una delirante situación en la que los diputados no se aclaraban: «No es ni para Primero de EGB», dijo uno de ellos al ver que el resto de presentes no sabía cómo utilizarlo. «Todo el mundo está diciendo cosas diferentes», dijo Ruiz Carbonell mientras trataba de entender algo entre la algarabía. «Es que normalmente se hace por colores», se quejó otro. «Se vota con el artilugio este», intentó uno más aclarar. «No ha votado nadie, ¿cómo que no ha votado nadie?»; «tiene que decir cuál es la transaccional, es que si no, no sabemos cuál es»; «tenemos ochenta votaciones, no acabaremos hoy»…, captaba el micrófono de la sala durante los minutos que duró el desosiego en el que se vio inmersa la comisión como si de un patio colegial se tratase.
Durante su celebración finalmente fue aprobada la enmienda del PSOE que establece que los perros de caza, así como otros que tienen actividades específicas, quedan fuera de la ley animalista. Su aprobación fue finalmente posible gracias al apoyo de PP, PNV y Ciudadanos –que se sumaron a la enmienda– y al apoyo de Vox.
En el siguiente puede verse el caótico momento a partir de la hora y veinte de filmación.