La berrea, ese bramido salvaje que anuncia la época de celo del ciervo, podrá seguirse desde casa como nunca antes. Siete cámaras instaladas en lo profundo del bosque de Rambouillet emitirán sin interrupción 24 horas al día durante tres semanas. El proyecto, pionero en Francia, ofrece una mirada inédita al comportamiento de estos grandes ungulados en pleno celo.
La iniciativa, inspirada en un programa sueco dedicado a la migración del alce, se presenta como una oportunidad única para adentrarse en la vida salvaje sin perturbarla. Lejos de un simple documental, la retransmisión busca ser una experiencia sensorial inmersiva, donde el espectador se convierte en testigo de la naturaleza sin guión ni artificios.
Un espectáculo ancestral en Rambouillet
El escenario escogido no es casual. El Espace Rambouillet, creado en 1972 por la Oficina Nacional Forestal, ocupa 250 hectáreas en el corazón de un macizo forestal de propiedad estatal de un total de 26.000. Cada año, en un claro conocido como «zona de celo», los grandes machos miden sus fuerzas en combates espectaculares para imponerse ante las hembras.
Este fenómeno, conocido popularmente como la berrea, es uno de los momentos más intensos del calendario natural europeo. Los bramidos de los ciervos retumban en el bosque, recordando al visitante que el verdadero dueño de estas tierras no es el hombre, sino el animal salvaje que las habita.
La televisión como refugio
El canal público francés presenta la retransmisión bajo el título «El bramido del ciervo», que no se define como documental de vida silvestre, sino como un viaje sensorial. «El bramido del ciervo es la irrupción de lo salvaje en nuestra vida cotidiana. Un aliento crudo en un entorno donde el tiempo se ralentiza», explican desde france.tv. El programa se alinea con la filosofía de la slow TV, que propone mirar, escuchar y esperar, como antídoto frente a la hiperactividad digital.
La emisión no solo acerca la naturaleza a quienes no pueden desplazarse hasta Rambouillet, sino que también promueve la concienciación ambiental. Al mostrar la intimidad del bosque sin molestar a sus habitantes, se recuerda la importancia de preservar unos ecosistemas que a menudo permanecen invisibles a las puertas de grandes ciudades como París.
Un desafío técnico y humano
Siete cámaras autónomas grabarán de forma continua más de 500 horas de directo. El reto ha sido filmar la naturaleza sin condicionarla, manteniendo la espontaneidad del comportamiento animal. Al frente de la dirección está Nicolas Sallé, responsable de coordinar este proyecto que promete marcar un antes y un después en la forma de contar la vida salvaje en televisión.
La cita está marcada: el próximo 8 de septiembre a las 18:00 horas arranca la emisión en france.tv, que se prolongará hasta final de mes. Será la primera vez que todos los apasionados de la berrea del ciervo puedan vivirla desde el sofá de sus casas casa y en tiempo real.