El cazador había recorrido América, África y Asia… pero ha sido en España donde ha conseguido abatir su mejor jabalí: «Es el más grande de mi vida».
19/2/2019 | Redacción JyS
El barcelonés Jordi Muntanyola se topó el pasado fin de semana con uno de los trofeos de su vida. Tras llevar desde los 14 años cazando, abatió en abierto a sus 64, este jabalí de «monstruosas navajas y amoladeras». Lo más singular del caso de este apasionado del mundo cinegético es que ha cazado también en América, África y Asia… pero nunca antes había abatido un jabalí igual: «Es el más grande de mi vida», ha expresado orgulloso para Jara y Sedal.
El lugar donde consiguió cazar al gran suido fue en el área controlada de la Sociedad de Cazadores de la localidad catalana de Sort, en la provincia de Lérida. Allí, el pasado sábado 16 de febrero, se hacía con el jabalí más grande que había cazado nunca: «El más grande que tenía dio 116,50 puntos. Yo creo que este lo superará con creces», añade. Muntanyola cuenta en casa con unas 20 medallas de otros grandes jabalíes, pero «como este animal no he abatido ninguno nunca», asegura.
«Me entró por detrás, a unos tres metros. Saqué el arma y le pude disparar, aunque en la zona de los cuartos traseros», relata el cazador y por ello dice que el jabalí huyó unos metros «hacia un río». Poco después conseguía cobrar el gran animal. «He cazado en África, Asia o Canadá… pero cuando a este le vi la boca no me lo creía, no había visto nada igual», argumenta.
«¡Dios mío lo que acabo de abatir!»
Poco después llegaron los problemas, ya que el cazador no conseguía sacarlo de donde se encontraba, puesto que se quedó «clavado» dentro de unas matas… y pesaba 100 kilos. «Intentaba tirar de él pero no podía mientras yo seguía exclamando: ¡Dios mío lo que acabo de abatir!», nos cuenta Jordi para a continuación exclamar: ¡Es el lance de mi vida!».
«Tiene 120 puntos como mínimo»
El grosor de las amoladeras «puede tener un diámetro de 12 o 14 centímetros. Te puedo garantizar que de 120 puntos no baja», dice el cazador.
Respecto a su experiencia personal después de décadas practicando su pasión por la caza, Muntanyola señala que «no soy una persona rica, sino que lo que he hecho ha sido con mi sudor, y desde los 14 años hasta los 64 no he parado. Soy miembro del Safari Club International, he sido armero en Barcelona durante más de 20 años y la afición la llevo dentro», concluye.