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Josep M. Trigo, experto astrofísico, sobre las auroras boreales en España: «La próxima noche podría ser histórica»

Auroras boreales rosadas sobre la Serra Del Montsec, Lleida. © Shutterstock

El fenómeno volvió a dejar imágenes poco habituales en España. Durante la noche del 11 de noviembre, numerosos observadores y aficionados a la astronomía captaron auroras SAR, unos arcos rojizos que aparecen hacia el horizonte norte y que, aunque menos vistosos que las auroras boreales clásicas, revelan una elevada actividad geomagnética. Estas luces, visibles desde diferentes puntos de Europa y América, podrían repetirse en los próximos días si se mantienen las condiciones actuales.

En España, estas auroras han sido documentadas con fotografías desde áreas de observación del Montseny, Gualba o Caldes d’Estrac. Su tono rojizo, perceptible a simple vista, queda especialmente marcado en las cámaras debido a su sensibilidad. Como explica el investigador Josep M. Trigo Rodríguez, del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), «Que veamos auroras SAR es normal, incluso que cambien de intensidad».

La comunidad astronómica ha seguido con especial interés el comportamiento del Sol desde principios de mes. Los grupos de manchas solares y la presencia de fáculas han anunciado un periodo de gran inestabilidad magnética, visible también en la fotosfera a través de arcos brillantes y erupciones de alta energía.

La actividad solar que explica las auroras

El origen de estas luces se encuentra en una emisión masiva de partículas procedentes de una erupción solar. La más reciente, registrada el 11 de noviembre en la región activa AR14274, lanzó al espacio una corriente de iones y protones capaz de recorrer el espacio en pocos días. Cuando este flujo alcanza la Tierra, queda retenido por el campo magnético y se redirige hacia la atmósfera superior en latitudes altas, provocando las auroras típicas de los polos.

© X / MeteoElpito

En zonas como la península ibérica, lo habitual es que únicamente se observen las auroras SAR, siempre teñidas de rojo. El cromatismo, recuerda Trigo, depende del gas ionizado: el oxígeno emite tonos verdes y rojos; el nitrógeno, azules y púrpuras. En esta ocasión, el aumento de actividad geomagnética ha permitido que aparezcan también en latitudes medias.

La presencia continuada de manchas solares y la intensidad de la última erupción apuntan a que el fenómeno podría repetirse en las próximas noches. Instrumentos como el índice Kp, que mide la perturbación geomagnética en intervalos de tres horas, muestran niveles elevados que favorecen nuevas observaciones.

Oportunidad para astrofotógrafos y aficionados

Astrofotógrafos como Joan Manuel Bullón ya han documentado escenas espectaculares desde puntos elevados de la Comunidad Valenciana. La recomendación para quienes quieran intentarlo es sencilla: un móvil, un apoyo estable y exposiciones de pocos segundos bastan para captar una ligera luminosidad roja en el horizonte norte.

Aurora captada desde Aras de Alpuente, Valencia. © Joan Manuel Bullón i Lahuerta

La actividad se puede seguir en tiempo real a través de los registros de la Universidad de Kioto o de plataformas especializadas como Heliomon, desarrollada por el Observatori Astronòmic i Meteorològic de Pujalt.

Noticia elaborada a partir de un artículo publicado en The Conversation.

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