La Fundación Artemisan considera inadmisible que el Real Decreto 477/2021, que regula la concesión directa de ayudas para la ejecución de programas de incentivos ligados al autoconsumo y al almacenamiento con fuentes de energía renovable, deje fuera única y exclusivamente a las actividades ligadas con la caza.
Así, el documento firmado por Teresa Ribera y que está enmarcado en el Plan de Recuperación para Europa tras la pandemia causada por la Covid-19, señala en su artículo 11 que podrán beneficiarse las personas jurídicas que realicen una actividad económica entre otros, dentro de un CNAE correspondiente al grupo A01 ‘excepto el 017’, correspondiente a la caza, captura de animales y servicios relacionados.
Cabe señalar que dentro del grupo A01 se encuentran las actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería, la silvicultura y explotación forestal o la pesca y acuicultura, todas ellas incluidas como beneficiarias de las ayudas, además de la caza, que queda excluida sin ningún tipo de justificación, lo que supone una clara discriminación.
Para Fundación Artemisan «es inaudito que desde un Ministerio se ataque de manera tan clara y frontal a un sector que genera más de 6.475 millones de euros de Producto Interior Bruto, crea más de 187.000 puestos de trabajo y que sufrió pérdidas generalizadas durante la Pandemia, con descensos en la actividad que llegaron hasta el 95 % en el caso de empresas de organización cinegética», advierten.
Acciones legales contra una medida discriminatoria
De hecho, la entidad está estudiando emprender las acciones legales pertinentes contra esta decisión discriminatoria que carece de cualquier tipo de explicación y que supone una nueva afrenta contra una actividad que no solo es legal, sino que además es necesaria y que contribuye a la sostenibilidad, a la economía, al medioambiente y al mantenimiento del Mundo Rural y de la España Vaciada.
Fundación Artemisan considera que se trata de una nueva decisión sectaria que traspasa todos los límites admisibles e insta al Gobierno a poner freno a la deriva radical e ideológica de un Ministerio cuyo único fin parece ser prohibir la caza y el modo de vida de cientos de miles de personas.