Luis Cartagena, un cazador natural de Redován (Alicante), lleva aproximadamente año y medio dedicado a inmortalizar en resina los perros de los cazadores para que éstos nunca caigan en olvido. Se trata de un bello trabajo que, sin duda, llena de ilusión a sus clientes.
Jara y Sedal ha hablado con el cazador y artista, que ha explicado a esta redacción cómo es el proceso con el que consigue realizar podencos, jagd-terrier, sabuesos, pointer, labradores, galgos o perdigueros de Burgos en resina. «Hace tiempo que me entró el gusanillo de hacer perros de caza, porque vi que los cazadores valoran este tipo de arte, mucho más que las personas de la calle», pone en valor en primer lugar Cartagena, que trabaja en su taller alicantino junto a su hijo -del mismo nombre-.
«Normalmente miro en redes sociales perros de raza, que están en una determinada postura, y a partir de ahí, cojo resina sintética, que es como la madera blanda y los tallo a mano. También hago encargos a medida, según las fotografías que me mandan los cazadores. Tras ello, hago un molde de silicona y copias. Llevo tres años dedicado a esto; al principio no me salían las cosas, pero poco a poco fui cogiéndole el truco hasta conseguir las escenas que me encargaban», explica a Jara y Sedal.
Cartagena ha sido cazador con galgos cuando era joven: «He acompañado a mi padre cuando era cazador, pero ahora no puedo salir de campo por motivos físicos», explica, de ahí que entienda a la perfección lo que un can significa para un cazador.
Así se hacen los moldes y las figuras en resina
Luis Cartagena explica que, una vez hace el molde, realiza una copia en resina y la prepara; tras ello, las personaliza. «Hay una última escena que es una de las que mejor he conseguido, de un pointer con perdices que me pidió un cazador; el perro se lo pinté igual que el suyo, un servicio que no hace todo el mundo. Los precios son bastante contenidos a pesar de la mano de obra que lleva», pone en valor.
Las escenas que más le gusta realizar
Sobre cuál es la escena que más le gusta realizar, expone que «cuando me pongo a hacer un perro, me enamoro de él, es como si pariera a un hijo. Es como si le dices a un pintor que qué cuadro le gusta más. Pero si tengo que decirte la verdad, el que más me gusta montar escenas con él, es el perdiguero de Burgos. Me encanta ese animal».
«La idea es que el cazador, además de los trofeos que consigue, pueda tener un recuerdo de sus canes», defiende. «Estoy abriéndome camino; aún no me he hecho página web, sino solamente página de Facebook» por la que se puede contactar en este enlace.
