Hay dos señas de identidad que definen a la mayoría de los grupos animalistas organizados de España. La primera de ellas es la información falsa, y la segunda el uso de esos datos que no son reales para conseguir dinero para vivir sin trabajar. De esta manera, es habitual que se inventen historias dramáticas y durísimas detrás de los animales que ‘rescatan’. Está demostrado que cuanto más conmovedoras son, más dinero generan.
Uno de los mejores ejemplos lo vimos el año pasado, cuando la Policía detuvo a uno de los más exitosos recaudadores de fondos para animales en Valencia. Un conocido youtuber al que la investigación policial le acusaba de haber estafado al menos 700.000 euros que habría recaudado mostrando animales en un estado lamentable a través de las redes sociales. Como es habitual en estos círculos, las mentiras sobre la caza también había sido utilizada por él para hacer caja.
‘Confunden’ un toro manso con uno de lidia
Un caso parecido es el que ha difundido un santuario vegano en sus redes sociales, donde ha difundido la imagen de un toro manso haciéndolo pasar por bravo para pedir donaciones a cambio. La historia que presentan en torno a él tiene pinta de ser tan falsa como la supuesta genética de toro bravo del animal.
«Manuel es un toro de lidia que rescatamos, junto a su queridísima Ruth, en 2012 cuando tenía tan solo 3 meses de edad. Tiene ya 9 años, que para nosotros es muchísimo porque le hemos visto crecer, cambiar, descubrir el mundo y desarrollar su propia personalidad. Manuel es muy sensible para todo. Cuando hay que hacer algo veterinario es el que más se asusta. Cuando les llevamos golosinas, el que más se emociona. Cuando está cerca de Ruth es al que más carita de enamorado se le pone y cuando se enfada, el que más cuidado nos hace tener. Manuel lleva 9 años a salvo de festejos y plazas y es inmensamente feliz con su familia de vacas y toros», señalan desde el santuario vegano donde lo tienen cautividad en una publicación en la que se ve un animal que claramente no es un toro bravo.
230.000 euros en donaciones
Si visitamos la página web de este santuario, vemos la ‘historia’ del toro con más detalle. En ella aseguran que Manuel es un toro bravo que «fue rescatado de una ganadería de lidia siendo muy joven junto a Ruth, una vaca brava. Ellos dos habían nacido a destiempo y no había un futuro rentable para ellos. Manuel hubiera sido sometido para comprobar su bravura y ser destinado a la lidia, y Ruth explotada para traer más becerros al mundo hasta que como la mayoría de su raza acabará en el matadero». En la página aseguran que «cuando llegaron tenían mucho miedo y embestían, desde pequeños les enseñan a temer y a defenderse así que no fue fácil que se acostumbran a ver que no iba a pasar nada».
A lo largo de todas las publicaciones del santurario hay llamadas a las donaciones de dinero. Un negocio bastante rentable si tenemos en cuenta que la plataforma Teaming, donde se ve públicamente cuánto han recaudado, señala que ya se han embolsado 229.765 € solo a través de esa fuente de ingresos.
Las mejores respuestas de los usuarios de las redes sociales
Los usuarios de las redes sociales no han tardado en responder a la publicación de los animalistas: «Pobre Lidia, le han quitado un toro. Porque a no ser que Lidia fuese el nombre de la dueña…», señala uno de ellos en tono irónico. «Llevadle golosinas a este, ya veréis cómo se relame», dice otro mostrando la imagen de un toro bravo de verdad. «Es el toro enamorado de la luna», señala otro. «Son un montón de vagos queriendo vivir sin dar golpe y hay tontos que les cree… », critican uno más sobre el animalismo.
Cuando PACMA confundió un buey con un toro bravo
El Partido Animalista PACMA presentó en 2019 un vídeo de cara a las elecciones generales del 28 de abril con el eslogan «Únete a la revolución» como lema de campaña y con un ataque directo a la tauromaquia. En él, Laura Duarte -una de las candidatas de PACMA- se inventó que daba de comer a un toro bravo cuando en realidad se trataba de un buey, volviendo a demostrar el partido y sus candidatos sus escasos conocimientos sobre fauna.